Varias conversaciones telefónicas con jefes de bancada y autoridades del Congreso ha realizado en los últimos días el ministro secretario general de la Presidencia, Cristián Larroulet.
La apuesta del titular de la Segpres es lograr un acuerdo para que ambas ramas del Parlamento se abran a legislar, al menos, dos días adicionales durante enero, con el fin de poder despachar un grupo de cuatro reformas cruciales para el Ejecutivo. "Desde la perspectiva del Ejecutivo sería ideal, dado el interés de la ciudadanía y la cantidad de proyectos que están en etapa final, que la Cámara y el Senado se coordinaran para trabajar dos días de la semana distrital o en la semana del 30 y 31 de enero", dijo Larroulet a La Tercera.
Entre las iniciativas prioritarias que requerirían extender el trabajo legislativo, figuran dos leyes de educación: la que reprograma las deudas universitarias y la que crea un nuevo crédito con aval de Estado. Ambas medidas alivian la carga financiera a estudiantes y forman parte de la estrategia de La Moneda, para anticiparse a eventuales movilizaciones en marzo.
También en carpeta está el proyecto que establece el brazalete electrónico como pena alternativa y el incentivo tributario para investigación y desarrollo.
Los cálculos del Ejecutivo indican que estos proyectos no alcanzarían a terminar su tramitación.
Pero el tema complica especialmente a algunos diputados, que tenían previsto sesionar por última vez el 19 de enero, antes del receso de sus vacaciones.
Ya el martes pasado, el presidente de la Cámara, Patricio Melero, había planteado suprimir la semana distrital del 23 al 27 -período que en los parlamentarios regresan a sus comunas-, lo que generó resistencia en las bancadas opositoras. La discusión, no obstante, quedó pendiente.
A juicio de diputados de oposición, el oficialismo buscaría zafarse de la presión estudiantil que podría haber en marzo al pretender sacar ciertas leyes en enero.
"El gobierno está como los alumnos porros, que quieren sacar en pocos días las tareas que no hicieron en el año", comentó el subjefe de bancada DC, Gabriel Silber, quien, sin embargo, no se cerró a la posibilidad de extender el trabajo legislativo.
"Vamos a sesionar días que sean necesarios para despachar proyectos pendientes", señaló, en tanto que el vicepresidente de la Cámara, Pedro Araya (PRI), quien adelantó que entre las bancadas se ha evaluado preliminarmente sesionar en forma extraordinaria el lunes 23 y martes 24.
En el Senado, el cuadro está más despejado. Hace ya dos semanas los comités acordaron sesionar, como último día, el 31 de enero, al regreso de la semana en sus regiones. Aunque también se barajaba la posibilidad de añadir un día más: el lunes 30.
Aún así, la presión indirecta del Ejecutivo generó cierta incomodidad. "El gobierno no se puede quejar de que no le hemos dado tiempo o disposición a las materias que ha planteado, prueba de ello es que el promedio de sesiones en educación excede cualquier otro año", dijo el jefe de bancada PPD y titular de la Comisión de Educación, Jaime Quintana, quien agregó que, "por más sesiones que le pongamos, no van a cambiar las convicciones".