La crisis financiera que han registrado las empresas Subus y Alsacia, este año, fue un antecedente que consideró el Ministerio de Transportes para establecer un piso de exigencias económicas a los inversionistas de la licitación del Transantiago, proceso que se realizará en 2017.

Las firmas deberán tener 200.000 Unidades de Fomento como capital, lo que equivale a US$ 7,9 millones. La idea del gobierno es que los postulantes tengan una deuda menor que su propio patrimonio. Este punto es relevante al observar el caso de Subus, empresa que se acogió a la ex Ley de Quiebras por una deuda de $ 90 mil millones con sus acreedores, lo que encendió la alarma de una eventual liquidación. A esto se suma la situación de Alsacia, operador que acusó estar en una crisis económica por las decisiones de la autoridad.

Pero ese escenario no impide que esas compañías participen en el proceso. Carlos Melo, subsecretario de Transportes, aclaró que los actuales operadores del sistema no tienen restricción, desde el punto de vista legal, para participar en la licitación "al menos, por una unidad de negocios".

Rodrigo Martin, experto en transportes de la U. de Santiago, planteó que es "razonable" mirar los casos de empresas endeudadas, pues no se quiere afectar la calidad del servicio futura. Añadió que los contratos también limitan el ingreso de pequeños operadores, pues es un área "sensible en la que se requiere experiencia demostrada".

La licitación también pondrá tope a la concentración del mercado: los concesionarios no podrán tener en sus manos más del 40% de los buses del sistema (la flota llega a los 6.513 vehículos).

Además, se exigirá que los directores de una empresa no participen en otra firma que esté en el mismo negocio. Ese aspecto es parte de la Ley de Defensa de la Libre Competencia, promulgada este año. ¿Se interesarán las empresas por participar en un sistema tan cuestionado como el Transantiago? "Sin duda", dijo el subsecretario, aunque admitió que los bancos están analizando en detalle las características de la industria debido a los casos de Subus y Alsacia.

Pagos

La nueva fórmula de pago a los operadores será similar a la existente: por pasajero transportado y kilómetro recorrido. Pero ahora el esquema agrega incentivos económicos por desempeño, los que podrían corresponder hasta un 10% adicional de los ingresos por usuario trasladado. Se les pedirá a las empresas cumplir con los indicadores de regularidad, la detención en paradas (que será medida por observadores incógnitos), estándares de calidad del vehículo y atención al usuario.

Y la medición de indicadores como la detención en paradas recibió sus primeras críticas: "¿Quién garantizará que la muestra de zonas será representativa? Se deberá incluir tecnología para que el sistema sea más objetivo", dijo el gerente de Planificación de la firma STP, Diego Muñoz.

El subsecretario Melo añadió que el gasto en este nuevo plan será idéntico al actual: un millón de millones de pesos anuales, lo que incluye los ingresos por la tarifa, los pagos a Metro y a las empresas de superficie, entre otros.