La ciudad de Amsterdam planea regular la prostitución en el famoso barrio rojo de la ciudad estableciendo una edad mínima de 23 años y saber hablar holandés o inglés como requisitos legales para ejercer la prostitución, según informó hoy el diario De Telegraaf.
"Con apenas 18 años, las chicas que llegan aquí procedentes de Bulgaria o Rumania son aún muy vulnerables", dijo a De Telegraaf el consejero municipal, Lodewijk Asscher.
"Una mujer de 23 años es mucho más adulta y puede imponerse mejor", agregó en defensa de la nueva normativa.
Por otra parte, las vitrinas de los burdeles situados en el casco antiguo de la ciudad deberán cerrar entre las 04:00 y las 08:00, hora local.
Asimismo, la administración de la ciudad impondrá como norma que todas las trabajadoras sexuales obtengan una licencia en la Cámara de Comercio para ejercer su oficio. Para ello, deberán probar un buen manejo del idioma holandés, inglés o, al menos, francés y español.
"Amsterdam es una ciudad mundial y la prostitución forma parte de ella, pero es necesario garantizar que las mujeres realizan esta actividad verdaderamente de forma voluntaria", agregó Asscher.
Respecto de la prohibición de la prostitución en la madrugada, el político municipal argumentó que así aumentará la seguridad y se podrá bloquear a los proxenetas ilegales.
"En cualquier caso, a esas horas ya sólo quedan allí principalmente borrachos y tipos asquerosos", aseguró el funcionario.
LA NUEVA CARA DEL BARRIO ROJO
El consejo municipal de Amsterdam está a cargo de llevar a puerto las reformas del barrio rojo, acordadas por el gobierno holandés a finales de 2008. Así, en los próximos años se eliminará la mitad de los más de 500 "escaparates" de prostitutas y de los más de 80 coffee shops -bares donde se permite el consumo de marihuana- del centro histórico de la ciudad.
El plan "Renovación del corazón de Ámsterdam" pretende hacer del centro de la ciudad uno de los barrios más interesantes y con más posibilidades de ocio de Europa.
Aunque no se eliminarán la prostitución y el consumo de cannabis, se concentrarán a lo largo de uno de los grandes canales de la ciudad. El resto albergarán galerías, negocios y restaurantes. No obstante, por el momento, la ciudad no ha avanzado mucho a la hora de hacer realidad estos planes.