El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, elevó este lunes la estimación para el crecimiento del gasto fiscal este año a 4% desde el 2,7% previsto en la Ley de Presupuesto.
Valdés precisó que la mayor parte del aumento se explica por una menor base de comparación dado que el gasto fiscal creció menos de lo esperado el año pasado y por una inflación efectiva más baja. Indicó que sumado ambos factores la cifra se eleva a 3,8%, pero dado que sólo implica ajustes técnicos la nueva cifra no tiene ningún efecto macroeconómico.
Agregó que por lo tanto el aumento real son las dos décimas que lo llevan a 4% y que se explican por el mayor gasto para enfrentar el efecto de los incendios que afectaron a la zona centro sur del país.
Pese al mayor gasto el gobierno mejoró la proyección de déficit fiscal efectivo a 3,1% desde el 3,3% estimado previamente. En el caso del balance estructural se prevé un saldo negativo de 1,7% versus el 1,5% pronosticado anteriormente.
De acuerdo a las últimos datos el 2016 cerró con un déficit efectivo de 2,7% del PIB, mientras que el balance estructural arrojó un saldo negativo de 1,9%.
Al dar a conocer, junto al director de Presupuestos, Sergio Granados, el informe de evaluación de la gestión financiera del sector público de 2016 y la actualización de proyecciones de 2017 ante la Comisión Especial Mixta de Presupuestos, Valdés también redujo la proyección de crecimiento económico para este año a 1,5% desde el 2,25% estimado en el marco de la Ley de Presupuesto 2017.
La revisión a la baja se da un contexto de una desaceleración mayor a la esperada en el cuarto trimestre del año pasado y el primero de este año, y el fuerte impacto de la huelga en Escondida sobre la producción minera, sostuvo Valdés.
El recorte está en línea con las previsiones del Banco Central que a inicios de junio bajó su estimación para la expansión de la economía este año a un rango de 1%-1,75% desde 1%-2%, mientras que de acuerdo a la última Encuesta Mensual de Expectativas Económicas los pronósticos del mercado apuntan a una expansión de 1,5%.
En su exposición el ministro destacó que la estimación es acorde a las previsiones del mercado, y que supone una aceleración desde la variación de 0% que tuvo la actividad en el primer trimestre, en especial en la segunda mitad del año.
En este sentido Valdés, señaló que entre los factores que respaldarían una aceleración para el segundo semestre están el efecto de la política monetaria expansiva y la mejora en la confianza empresarial y de los consumidores.
El gobierno también bajó la previsión la el crecimiento de la demanda interna a 2,5% desde 2,8%, pero elevó la estimación para el precio promedio del cobre este año a US$2,50 la libra desde US$2,20 libra.