El gobierno sirio rechazó esta noche el  nuevo plan de la Liga Arabe para solucionar la crisis,  definiendo de "grave interferencia en sus asuntos internos",  según un funcionario citado por la televisión pública de ese país.

"Siria rechaza las decisiones tomadas contra el país y  considera que violan su soberanía y son una grave interferencia  en sus asuntos internos", afirmó la fuente oficial.

Entre otros puntos, el plan pide al presidente Bashar al  Assad que delegue los poderes en su vicepresidente para  facilitar un gobierno de "unidad nacional".