A poco más de un mes desde que el Gobierno materializara el primer retiro del Fondo de Reserva de Pensiones (FRP) desde su creación en 2006 -de US$ 314 millones- el ministerio de Hacienda anunció este lunes una nueva medida relevante en relación a estos recursos.
El titular de la cartera ubicada en Teatinos 120, Nicolás Eyzaguire, aceptó la propuesta realizada por el Comité Financiero de los Fondos Soberanos (presidida por José de Gregorio), que implica una modificación importante en la política de inversión del FRP, con el objetivo de aumentar la rentabilidad esperada del fondo.
En este sentido, el cambio más importante es que se aumenta la participación de acciones en la cartera de inversión de 15% a 40% y se disminuyen las participaciones de los portafolios de bonos soberanos y otros activos relacionados, de 48% a 23%, de bonos indexados a inflación, de 17% a 5%, y de bonos corporativos, de 20% a 13% (ver infografía).
Al respecto, Hacienda explicó que "de esta forma, el FRP estará mejor alineado con los objetivos para los cuales fue creado, es decir, apoyar el financiamiento de obligaciones en pesos correspondiente a las pensiones básicas solidarias y el aporte previsional solidario". Según el ministerio, el fondo deberá ser invertido de tal forma que su retorno esperado anualizado en pesos sea de al menos 2% por sobre la inflación en un periodo de 10 años con una probabilidad de al menos 60%.
En cuanto a la tolerancia al riesgo, el portafolio de inversión del fondo se elegirá de tal forma que no exista una probabilidad mayor a 5% de que su retorno real expresado en pesos, en cualquier año, sea menor a -12%.
En esta línea, Igal Magendzo, economista socio de Pacífico Macroeconomía y Finanzas y miembro del Comité Financiero, precisó que la propuesta se basó en un estudio encargado a la consultora internacional Mercer Investment Consulting, "que hizo el estudio de riesgo/retorno de cuál es el máximo retorno posible para distintos niveles de riesgo, sujetos a ciertos tipos de activos, que son más transparentes y fáciles de seguir. De ahí el comité eligió una combinación, donde se decidió ser más bien prudente, dado que es un cambio importante, y no tomar mucho riesgo de una sola vez".
En cuanto al resguardo mencionado por Eyzaguirre, Magendzo advierte que de todas formas "nadie puede garantizar lo que puede pasar en el futuro, por lo que obviamente el resguardo no está garantizado. Esto significa que podría ser mejor, podría ser un retorno mayor con volatilidad menor. Pero también podría ser peor. La gracia es que con lo que estamos pensando es un horizonte de inversión bastante largo que son 10 años, podemos correr un poco más de riesgo porque los efectos más negativos tienen tiempo para recuperarse". Destacó además que todas las acciones estarán invertidas en el exterior.
Respuesta a bajas tasas
La iniciativa fue bien recibida tanto desde la industria como por agentes del mercado, quienes coinciden en las razones que habría atrás de la medida.
Ejecutivos ligados a la industria de las AFP's señalaron que "esto viene a hacer frente a la tendencia mundial de bajas tasas de interés en el mundo, permitiendo el acceso a otros activos con más retorno". Asimismo, apuntaron que la modificación de la política de inversión "es como haber pasado del Fondo D al Fondo C en las AFP".
Nathan Pincheira, economista jefe de Fynsa, comentó que "aquí se esta buscando retorno producto de las bajas sistemáticas que estamos observando a nivel global en las tasas de los bonos, principalmente aquellos de menor riesgo, que son los que accedía el FRP. Con un porcentaje mayor en renta variable se compensa eso".
Nuevos activos
Entre los nuevos activos que permite la política de inversión adoptada resalta la inclusión de activos inmobiliarios, con un 5%, aunque Magendzo explica que "se acotó que lo que es inversión en inmobiliario tiene que ser en fondos bien transparentes y esto no significa que se va comprar un edificio. Son fondos".
Asimismo también se podrá invertir en el US Agency Mortgage Backed Securities (títulos respaldados por hipotecas emitidas por agencias de EE.UU.) en un 6% del fondo y en global high yield (bonos de alto rendimiento) en 8%.