El ministro del Interior ucraniano, Arsen Avakov, acusó hoy al destituido Presidente Víktor Yanukóvich y a los servicios secretos rusos de ser responsables de los disparos contra los manifestantes que protestaban en febrero en Kiev y que provocaron al menos 90 muertos.
"Yanukóvich dio la orden criminal de disparar contra los manifestantes entre el 18 y el 20 de febrero", dijo el ministro interino, y aseguró que agentes rusos del FSB (ex-KGB) "participaron en la planificación y la ejecución de la supuesta operación antiterrorista". Además, la fiscalía ucraniana anunció además el arresto de once policías antidisturbios ucranianos y de sus responsables por su implicación en los disturbios.
Después de tres meses de violentas manifestaciones contra el gobierno en Kiev, a finales de febrero se vivieron dos días de intensos enfrentamientos que llevaron al parlamento ucraniano a expulsar del poder al presidente prorruso y a su gobierno. En tanto, en la madrugada del 19 de febrero cerca de 20 personas, en su mayoría manifestantes, murieron por disparos en el centro de la capital ucraniana y otras 60 fallecieron el día siguiente.
En muchos casos las víctimas murieron, aparentemente, por disparos de francotiradores. Según las autoridades rusas, fueron los grupos ultranacionalistas ucranianos los primeros en disparar contra la policía, en un intento de atribuir la violencia al presidente Yanukóvich y a sus aliados de Moscú.