Esperanzado en que prontamente se logre un acuerdo para poner fin a los 81 días de huelga de hambre que mantienen 37 comuneros, se mostró el presidente de la Conferencia episcopal, monseñor Alejandro Goic, quien apeló a la sensatez del pueblo mapuche para enfrentar una situación que "sin duda que está en un punto difícil. No hablaría de muerto, porque uno siempre tiene esperanza".
En entrevista con radio Cooperativa, el también obispo de la ciudad de Rancagua, lamentó que la presencia de grupos ajenos a los pueblos indígenas pongan en riesgo las negociaciones.
"A veces hay grupos más radicalizados, y no del pueblo mapuche, puede ser que algunos también, pero de otros grupos, que aprovechan esta ocasión para generar un ambiente de agitación social", manifestó Goic.
En ese sentido, indicó que "aquí hay algo que no es propiamente del conjunto del pueblo mapuche, sino que hay personas que se infiltran en estas situaciones para desestabilizar las posibilidades de un acuerdo. Conozco grandes loncos con quien tuve un gran diálogo. Es gente sensata, sabia, con gran espíritu de unidad".
Asimismo, dijo esperar que "por el lado del gobierno, de cara al futuro, con la mesa de diálogo que ya ha instaurado, se busque resolver los problemas de fondo, para integrar profundamente y verdaderamente al pueblo mapuche en la vida del país".
Monseñor Goic sostuvo que "la información que yo tengo es que realmente había habido unos avances, y había muchas esperanzas. Lamentablemente, por otras circunstancias, esto se ha entrampado, pero esperamos y confiamos en que la cordura vuelva, porque el riesgo inminente de deterioro de la salud ya está ocurriendo, y Dios no lo quiera, el riesgo de la vida de algunos de los comuneros".
"Yo haría un llamado a los comuneros mapuches para que, con los avances que ha habido, con el diálogo que tendrán mañana con el señor presidente de la Corte Suprema, y con el avance que se está dando en el Parlamento en relación a la mejora de la ley antiterrorista, puedan deponer esta actitud que pone en riesgo su vida", dijo, añadiendo que el pueblo mapuche ha logrado grandes avances en sus aspiraciones.
"Yo creo que ellos han conseguido algo, y con profundo respeto se los digo, ellos han sensibilizado a la opinión pública de manera favorable a sus justos anhelos, y por lo tanto si se han sacrificado para aquello, creo que es necesario deponer la huelga de hambre, porque ya hay riesgo de sus vidas, y luego seguir trabajando (...) para que se puedan resolver los problemas de fondo de este pueblo hermano", dijo.
Con respecto a una eventual alimentación forzada de los comuneros en huelga, monseñor Goic manifestó que "no soy el indicado para decirlo, porque no sé en que condiciones físicas están. Por un lado hay que respetar la libertad de cada persona, su autodeterminación, pero entra aquí en juego el otro valor fundamental y primario que es la vida, por lo tanto serán los médicos y las autoridades que tendrán que ver, frente a esa colusión de dos derechos, la autodeterminación de cada individuo y la alimentación, pero si el valor supremo es la vida, me parece obvia la respuesta".