A diferencia del 2016, Universidad Católica está peleada con el gol. En el Torneo de Clausura, hasta el partido con O'Higgins, llevaba 14 tantos en 10 encuentros. Pero en el choque del viernes, los cruzados hicieron cinco sin el designado para ser su artillero, Santiago Silva, en la cancha. Una coincidencia que da vueltas en San Carlos.

Ante San Lorenzo, el Tanque tuvo una opción muy clara de gol en el segundo tiempo, pero falló y no pudo volver a anotar luego de 40 días. El cabezazo contra Flamengo, por la Copa Libertadores, fue su último gol, uno de los tres que ha marcado en 1.224 minutos defendiendo a la UC entre Clausura y Copa Libertadores. Un gol cada 408 minutos.

Para colmo de Silva, tiene una amenaza clara en su puesto. Roberto Gutiérrez lleva los mismos dos goles en el Clausura, y ante San Lorenzo fue pieza clave para el descuento de Cordero. El Pájaro está en un buen momento, tras un 2016 en el que no tuvo regularidad por lesiones y la titularidad incuestionable de Castillo.

¿Estará cuestionando Salas la titularidad de Silva? Ante O'Higgins le dio descanso por primera vez desde su llegada. Su bajo nivel, el correcto rendimiento del Pájaro y la necesidad de la UC de dosificar en semanas de mucha presión abre la opción a que Salas vuelva a relegarlo para los próximos choques cruciales. Por ahora, no ha respondido. Y menos ha hecho olvidar la cuota goleadora de Nicolás Castillo.

Silva, contratado por su experiencia a nivel internacional, finaliza contrato en diciembre de 2017.