Griezmann y Benzema se han convertido en dos de los futbolistas de moda de la Liga BBVA. Protagonistas en las victorias de sus respectivos clubes en el arranque de la segunda rueda del torneo, los internacionales franceses parecen empeñados en que ésta sea su mejor temporada. Sus colores les convierten en enemigos íntimos dentro de la cancha, pero Antoine y Karim se parecen mucho más de lo que creen. Además de compartir selección y ciudad de residencia, ambos tienen una característica fundamental que los distingue del resto, su estilo de juego innegociable. Los dos han comenzado el año de la mejor manera, terminando de incrustarse en el sistema de sus respectivos equipos sin parecerse a nadie más que a ellos mismos. Dos jugadores capaces de marcar la diferencia en el seno de dos conjuntos con filosofías diametralmente distintas, pero igual de arraigadas.
La explosión de Antoine
Griezmann firmó por Atlético de Madrid en julio del pasado año. 30 millones de euros desembolsó la entidad colchonera para verle vestido de rojiblanco. Contra todo pronóstico, comenzó la temporada en la banca, una impopular decisión que le valió a Simeone su primer -y hasta la fecha único- divorcio con su hinchada. El DT argentino sabía que el extremo era un fantástico jugador, pero necesitaba más, un fantástico soldado. La transformación fue profunda, pero también automática. Consumidas 20 fechas de torneo, Griezmann es el elemento sorpresa que el Cholo estaba buscando, su valor añadido, su as en la manga. Y también, desde el pasado sábado, el máximo goleador del equipo en Liga, con diez tantos, es decir, el quinto mejor artillero del campeonato doméstico.
Por si fuera poco, su incidencia en el juego ha ido en aumento con el devenir de los partidos. Y es que el niño que aterrizó en San Sebastián a los 13 años para formarse en las categorías inferiores de Real Sociedad, se ha hecho grande en el Vicente Calderón. Grande y necesario. Porque si bien el ADN rojiblanco es el que ha permitido madurar al jugador, su aportación al equipo como elemento diferenciador es el que ha terminado por coronarlo.
Con sus dos tantos logrados ante Rayo Vallecano en la última fecha, el futbolista de 23 años logró rebasar la barrera de las 50 anotaciones en Primera División, convirtiéndose en el segundo jugador francés con mayor número de goles en la Liga española, superado por su compatriota Karim Benzema. El jugador borgoñés se encuentra a sólo seis dianas de su mejor registro goleador, firmado precisamente la pasada temporada en las filas del conjunto txuri urdin. Sus sensaciones invitan al optimismo, pero sobre todo sus números. Su registro goleador supera incluso al de Mandzukic, ariete que llegó al Calderón esta misma temporada para suplir la baja de Diego Costa en el ataque colchonero
Los galones de Karim
Benzema vive la que es, probablemente, su temporada más tranquila en Chamartín. En materia estadística, su problema es similar al de Mandzukic, pero lo del croata parece tener peor solución. Karim es el tercer máximo goleador de su equipo -Cristiano y Bale le superan en pegada-, pero hace tiempo ya que al internacional francés dejaron de obsesionarle los números. Su misión es otra, y Ancelotti lo sabe.
Seis temporadas ha tardado el lyonés en ganarse al madridismo -y el Bernabéu aún alberga detractores-. 35 millones de euros fue el montante de la inversión realizada por el club en 2009. El jugador tenía entonces 21 años y demasiadas novias. En su primer año, no terminó nunca de encajar en el sistema del chileno Pellegrini. Con Mourinho tuvo sus más y sus menos. El DT portugués comenzó a apodarle el gato, presuntamente para motivarle, restándole en realidad fiereza. Pero Karim respondió siempre con fútbol, y camino ya de su séptima vida como futbolista blanco, pocos se atreven a discutir su trascendencia. Este curso contabiliza 15 dianas -9 de ellas en Liga- y 8 asistencias -segundo, tras Messi, en el cómputo general del torneo-. Ante el Córdoba, en la última fecha, volvió a mostrar sus garras, y fue la única noticia positiva que se llevó Ancelotti del Nuevo Arcángel. Y es que Benzema es tan distinto que su equipo lo necesita para construir una identidad. No es sólo un delantero. Es mucho más que eso. Es eso y mucho más.Francia está de suerte. El gol de la Liga BBVA lleva su idioma.