Golden State Warriors, el equipo con el mejor registro de la fase regular, cumplió con el favoritismo y se convirtió en el último finalista de la NBA al vencer 104-90 a los Houston Rockets en el quinto juego de la final de la Conferencia Oeste.
Los californiaanos cerraron la serie con un 4-1 a favor y terminaron con 40 años de espera de la franquicia para jugar una definición por el título.
Pese a comenzar abajo en el partido, los Warriors se afirmaron en el segundo cuarto y sacaron ventajas para administrar durante el partido. El aporte de Stephen Curry (26 puntos) y Harrison Barnes (24) sirvió a la franquicia de Oakland para ganar el duelo y una serie donde, salvo en el cuarto juego en Houston, nunca estuvo en real peligro el paso a la final.
James Harden, en la vereda del frente, no pudo repetir la gran actuación del lunes, donde marcó 45 puntos y sólo se quedó con 14. La irregularidad de los Rockets mató al equipo y a su ilusión de meterse en la definición por el título.
Así, el equipo dirigido por Steve Kerr jugará como campeón del Oeste ante los Cleveland Cavaliers, que el martes pasado barrió a Atlanta. Será la primera vez en la historia que Cavs y Warriors jueguen en playoffs.
Es primera vez desde 1975 que los Warriors disputarán el título. Esa vez, la franquicia se coronó campeón al barrer 4-0 a los Washington Bullets.
Las finales de la NBA comienzan el 4 de junio y el primer partido se jugará en Oakland.