Partieron las finales de la NBA 2016-2017 y, tal como pasó en la definición de la última edición, hubo un triunfo holgado.
El ganador fue Golden State, que supo hacer mucho mejor las cosas ante su público, pues el primer duelo se disputó en el Oracle Arena de Oakland.
Warriors fue un mejor equipo colectivo y las individualidades dejaron sin aliento a la gente, en más de una oportunidad.
Stephen Curry fue el fundamento del equipo que se proclamó campeón en 2015 y que aproblemó a Cavs el año pasado y ahora en esta nueva definición sigue siendo figura: 28 puntos, seis rebotes y 10 asistencias.
Y estuvo lejos de estar solo. Kevin Durant, que llegó a California desde Oklahoma City con el único objetivo de obtener sus primer anillo, lo secundó con honores. Llamado a ser el hombre más importante de Warriors, estipuló 38 puntos, ocho rebotes y ocho asistencias. Durant justificó en una sola noche su llegada al equipo costero.
Jugaron como una máquina bien aceitada, aprovechando las licencias defensivas que entregaba Cleveland. Algunas evidentes, como fallas en la marca dejando solo al rival para encarar el aro, y otras más sutiles, pero que obligaron a Tyronn Lue a pedir temprano los minutos.
La ventaja definitiva comenzó a fraguarse en el segundo cuarto (se fueron al descanso 60-52), pero fue en el tercer parcial donde se consolidó el triunfo.
No todo en Cleveland fue malo. Aunque podría considerarse que su juego de anoche fue excesivamente individualista, buena parte del mejor juego del equipo pasó por sus manos. También el peor, pues como nunca The King vivió pérdidas que terminaron doliendo en el aro propio
Puso números propios de su estatura (28-15-8) y la escuadra se apoyó bien en Kyrie Irving, que aportó 24 unidades en el duelo.
Finalmente, la diferencia fue de 23 puntos, lo que no anticipa nada para el resultado final. Ya pasó en las definiciones de la temporada pasada, cuando se midieron los mismos rivales. La diferencia promedio fue de 17 puntos y sólo en el duelo final hubo un marcador apretado.
"Al comienzo estábamos un poco ansiosos y desperdiciamos oportunidades. Después fue muy importante comunicarme con mis compañeros", analizó Durant tras el compromiso.
El segundo partido de la final se jugará este domingo, en el mismo recinto californiano.