El crecimiento de China se desaceleraría, dijo el jueves el economista Jim O'Neill de Goldman Sachs, agregando que los datos económicos y la baja en las materias primas llevarían a Pekín a terminar con su ciclo de endurecimiento monetario en algún momento de este año.
La desaceleración a cerca de un 8% se produciría en el segundo semestre de este año, aunque si se tienen en cuenta las cifras conocidas esta semana, podría partir, incluso, en el segundo trimestre, dijo O'Neill, presidente de Goldman Sachs Asset Management, a un reducido grupo de periodistas en Hong Kong.
"Es mi opinión que la economía china probablemente se esté desacelerando más de lo que la gente se da cuenta", afirmó tras señalar que por ello no le sorprende la reciente caída en los precios de las materias primas.
Como respaldo de su afirmación, citó un índice de Goldman Sachs sobre la actividad en China, que demuestra que el crecimiento económico ha perdido impulso.
"Sospecho que China va a desacelerarse a un crecimiento en torno al 8%. Si estoy en lo correcto, eso significa que en algún momento del segundo semestre la inflación de China no será un problema y volverá a bajar al 4%", dijo.
"El banco central podrá dejar de ajustar la política monetaria y todos podremos vivir felices", añadió.
La producción industrial de China creció mucho menos de lo esperado en abril, generando temor a un enfriamiento de la segunda economía del mundo, pese a que la inflación marcha cerca de sus niveles máximos de 32 meses.
"No es sorprendente para nada que los precios de las materias primas estén bajo presión. La sorpresa es que hayan subido tanto antes", consideró O'Neill.
Un freno del ajuste monetario podría generar un alza de las acciones en China, estimó.