Si Donald Trump logra implementar las promesas hechas en su campaña presidencial respecto a las políticas fiscal, comercial y migratoria, Estados Unidos podría dirigirse hacia un período de estanflación, es decir, bajo crecimiento económico y alta inflación y desempleo, según el banco de inversión Goldman Sachs.

De acuerdo con un informe realizado por los economistas Sven Jari Stehn y Alec Phillips, se analizaron tres posibles escenarios bajo la nueva administración: el primero (completo) combina todas las propuestas delineadas en estas tres áreas, además de una Reserva Federal (Fed) con un sesgo a favor de subir las tasas de interés; el segundo (benigno) que incluye sólo las iniciativas fiscales; y el tercero (adverso) que incorpora políticas de comercio e inmigración más restrictivas y una Fed más inclinada hacia el ajuste.

Los escenarios

Según el análisis, el programa completo propuesto por el nuevo mandatario norteamericano, elevaría el PIB en cerca de 0,2 puntos porcentuales en el segundo semestre de 2017, gracias a las rebajas tributarias, pero luego la expansión se desaceleraría entre 0,4 y 0,5 puntos en 2018 y 2019, respectivamente, frente al escenario base. En tanto, la inflación subyacente del PCE -la medición de precios preferida por la Fed- subiría a 2,3% a fines de 2019, con lo que el banco central aplicaría tres alzas adicionales hacia dicha fecha.

Bajo el contexto benigno, el crecimiento recibiría un impulso de entre 0,4 y 0,5 puntos entre 2017 y 2019. La inflación aumentaría levemente al principio, pero a partir de 2019 superaría "persistentemente" la meta de 2% a medida que el desempleo cae a 4% y la Fed se vería obligada a incrementar los tipos entre dos y tres veces más hacia fines de 2019.

Y en el escenario adverso, las políticas llevarían a una estanflación, "con un crecimiento bruscamente más bajo y una mayor inflación". El avance del PIB sería cerca de 0,8 punto menor en 2018 y 2019 y la tasa de desempleo escalaría a 5,3%, mientras que la inflación subyacente treparía rápidamente hasta un máximo de 2,3% a inicios de 2019. Al comienzo, la Fed reaccionaría ajustando su política para combatir el salto en los precios, pero en 2019 dejaría de hacerlo ante el débil desempeño de la actividad.

La advertencia de una posible estanflación, se suma a la realizada el pasado miércoles por el banco de inversión británico HSBC, que había afirmado en un reporte que si Trump sigue adelante con sus propuestas, los menores impuestos y el mayor gasto en defensa podrían apuntalar el PIB en el período más inmediato, "pero la estanflación podría establecerse rápidamente si los precios importados suben y la fuerza laboral inmigrante se contrae".

Asimismo, el ex presidente de la Fed, Alan Greenspan también considera que el país corre el riesgo de estancamiento y alta inflación, señalando en CNBC que "cuando la oferta de dinero se acelera, la inflación repunta después de un tiempo. Mi preocupación ahora es en realidad la estanflación".