De entre todos los golfistas del mundo que le pudieran quitar el número uno del ranking mundial a Tiger Woods uno solo, tal vez, genere molestia en el estadounidense: el australiano Adam Scott.

Y el oceánico de 33 años será justamente quien aparezca este lunes como nuevo líder del ranking mundial, pese a que este fin de semana ni él ni Woods disputan torneos.

La posible molestia del Tigre se produce porque a Scott lo acompaña como caddie Steve Williams, el neozelandés que fuera su asistente por años y con quien no terminó de buena manera la relación.

En 2013, Woods debió mirar cómo la dupla de Scott y Williams ganaba el Masters de Augusta y aceptar que el caddie volvía a ganar un torneo grande después de la separación, cosa que el norteamericano no ha podido repetir.

Pero el número uno para el australiano no se debe únicamente al pasado, sino también a lo que está haciendo este año en el PGA Tour. Pese a que la semana pasada fue 38º en The Players y necesitaba ser 16º para quitarle el sitial a Woods en la clasificación del lunes que pasó, este 2014 ha sido muy positivo para Scott.

El australiano ha jugado siete torneos: en uno fue tercero y en otros dos terminó top 10. En el Masters fue 14º.

Woods, por su parte, aún sigue en el proceso de recuperación de la operación que se hizo poco antes de Augusta y su fecha de regreso es una incógnita.

Scott llevaba siete semanas como número dos en la clasificación mundial, 112 entre los primeros cinco y 283 como top 10.

Es el 17º jugador que consigue subir a lo más alto del escalafón mundial, desde que se estableció este sistema, en 1986, y el alemán Berhard Langer lo estrenara por apenas una semana. Woods, en todo caso, aún mantiene una tranquila ventaja en el número de semanas como número uno: 683 contra 331 de su escolta, el australiano Greg Norman. Entre los jugadores actuales, Luke Donald es su mayor amenaza: no tiene ni el 10% de las semanas de Woods. En eso, el estadounidense sigue siendo el mejor.