Antonio Costa ha seguido la línea lógica del golfista chileno con aspiraciones. Luego de una destacada carrera como aficionado se fue a Estados Unidos a estudiar a la Central Arkansas University, becado, para después buscar suerte en el deporte rentado. Pero no todo le ha salido bien; la falta de auspicios le ha impedido al valdiviano jugar campeonatos y una solución le llegó a su celular un día.
El caddie de Benjamín Alvarado, jugador regular del PGA Tour, debió regresar a Chile después de acompañarlo por ocho años. En busca de un reemplazante, el golfista se acordó de su amigo y le ofreció el trabajo. Él vive en Florida y Costa, en Arkansas, pero eso no impidió que comenzara una relación que está teniendo sus frutos. De hecho, hace unos días, Alvarado consiguió el mejor resultado para un chileno en un torneo del PGA, al finalizar 22º en el Puerto Rico Open.
"No he podido jugar casi nada. Tomé la decisión de ser caddie en un momento donde me estaba costando mucho conseguir auspicios, además de que el calendario de torneos nacionales no está en su momento más estable", comenta Costa, sobre la crisis que afecta a los sponsors de jugadores y torneos por igual. De hecho, este año el número de certámenes con serie para profesionales bajó a la mitad de lo que se acostumbraba.
Para Alvarado, la experiencia también ha sido positiva. "Lo más importante es que es un golfista que juega muy bien. Si uno ve, los caddies jugadores son todos hándicap cero y muchos son profesionales. Es súper importante que la bolsa la lleve alguien que piense lo más cercano a uno. Lo segundo relevante es que le tengas confianza, muchos tienen hermanos o amigos caddie y con Antonio hemos sido amigos desde chicos", asegura.
La idea del valdiviano es disputar el PGA Latinoamérica; "pero era imposible sin auspicios importantes", señala.
"Ser caddie en el PGA Tour es una oportunidad increíble que no quise desaprovechar. No voy a parar de jugar en todo caso, voy a practicar y jugar torneos cada vez que pueda. No quiero perder mi nivel por ningún motivo", señala el valdiviano, quien recibió el apoyo de su coterráneo Felipe Aguilar desde el inicio de su carrera.
Al respecto, el golfista número uno de Chile dice: "Pienso que después de haber estudiado y jugado al golf en Estados Unidos es difícil empezar a llevar palos. A Antonio lo quiero mucho por la cercanía que tengo con él y la verdad es que me hubiese gustado que jugara o trabajara en vez de ser caddie, pero él me convenció de que era una buena alternativa por un tiempo. Ahora está contento mientras lo hace y lo puede hacer ya que es joven y sin grandes compromisos".
Estar detrás de otro jugador podría ser considerado un paso atrás en la carrera. Algo de eso piensa Costa, pero en el fondo intenta tomar el lado positivo del asunto. "Sé que es más difícil aún conseguir auspicios si no estás jugando, eso lo tengo claro desde el momento que tomé la decisión de ser caddie, pero tampoco los estoy buscando en este momento. Hay dos cosas positivas también: no corro riesgo de salir negativo en los torneos y, lo otro, es que aprendo muchísimo de ver a los mejores del mundo de tan cerca".
¿Y en lo económico, conviene? "Siempre y cuando a Benjamín le vaya bien va a ser conveniente para mí", dice Costa.
El próximo fin de semana, la dupla Alvarado-Costa se presentará en el Chile Classic, el torneo que se disputa en el Mapocho Golf Club. La relación, al menos, durará hasta el final del Web.com Tour, a fines de septiembre.