¿Sabía Jorge Fernández-Valdés que le pisaban los talones? El sólido líder del 88º Abierto de Chile recorrió la primera parte del Club Los Leones con cinco golpes bajo el par y mantenía a raya a sus acompañantes, el estadounidense Brad Hopfinger y el mexicano Armando Favela, quienes en los números tenían más opciones de amargar su tarde.
El argentino, quien el sábado igualó el récord del campo (62), veía cómo sus rivales se le acercaban a un golpe, pero un hoyo más adelante, en silencio, sin el grupo de espectadores que se concentró en los líderes, iba Joel Denham, un norteamericano que se convertiría en la mayor preocupación de Fernández-Valdés. ¿Lo sabía él?
Tal vez lo suponía. No sería de extrañar después de que se vino abajo su juego en el hoyo 10, donde marcó doble bogey; y en el 11 y 13, donde cerró con bogeys. "En el 10 hice un buen tiro, pero erré el cálculo del viento y en el 11 hice un tiro malo. A partir de ahí me armé de mucha paciencia", explica el vencedor.
Fue su peor momento. Se venía abajo la posibilidad de entreverarse entre Los Cinco, el grupo de jugadores que al final de la temporada ascenderán al Web.com Tour.
Su único apoyo fue "Par 3", su caddie, Emilio Masmud, un bonaerense de la populosa Villa de Mayo, que mide poco más de un metro y medio. Por algo lo apodan así. "Fue Par 3 el que me sacó adelante, el que me ayudó sicológicamente en ese momento", confesaría el campeón.
No bromeaba. En en 14 un "tallarín" lo privó del birdie; en el 15, salva el par; en el 16 sorprende al eligir acercarse al green pegando rasante y no bombeado, y hace par otra vez.
Pero el momento ganador, el tiro de gracia se dio en el hoyo 17, un par cinco. No fue un approach ni un putt de esos largos. Fue un simple inpacto de salida que lo dejó varias yardas delante de sus rivales, a tiro de alcanzar el green con dos golpes, mientras sus acompañantes perdían sus últimas esperanzas abatidos por el drive volador del cordobés.
Fernández-Valdés no lo sabía (o tal vez sí), pero en ese hoyo Dahmen había hecho un birdie importante. El ganador del PGA Canada, el sobreviviente de un cáncer en 2011, el jugador que había comenzado a buscar otros trabajos el año pasado, quedaba a un golpe del líder. Con un eagle en el último hoyo (muy probable, pues era otro par cinco) lo alcanzaba o un error del argentino podría darle la gloria o al menos obligar a un desempate.
Pero el transandino, de 22 años, profesional desde 2012 y manejado por al empresa de Sergio "Kun" Agüero, mostró su mejor arma: el tiro largo. Ese hoyo 17 fue un dulce para el cordobés y para "Par 3", el caddie que llevó a dos triunfos del European Tour a Estanislao Goya.
El tercer tiro de Fernández-Valdés, el primer putt, no entra, pero el segundo sí y con ese birdie aseguraba el título, en la práctica. Aunque en el hoyo 18 se haya ido a la primera trampa de arena con el segundo lanzamiento y haya quedado a centímetros de otro bunker, con el tercero. Firmó par, 70 para el día, 271 para el torneo y la primera corona de la temporada.
El argentino se va feliz y sin ganas de volver, como le propusieron en la ceremonia. "Es lo que queremos todos, quedarnos en el tour grande", resumió con razón, pues en 2013 ganó un torneo en México, ascendió al Web.com 2014, pero no se pudo mantener.
Celebraba también el cordobés, porque "me permite la próxima (esta) semana descansar en vez de ir a la segunda etapa de la clasificatoria del Web.com Tour".
"Jorgito" asegura que en PGA latino "cualquiera puede ganar. Los que van contigo o los que van adelante". Entonces. ¿Sabía cómo iba Dahmen delante de él? "Sí, le pregunté a Par 3 y a otras personas por ahí. Y vi la pizarra, pero recién en el green del 17".
Sabía y supo qué hacer.
Cristián León, no tan local
Cristián León fue desde el principio el único chileno destacado en el torneo. Fue sexto y le quitó importancia al hecho de conocer la cancha. "Yo juego una vez al año acá y los argentinos, por ejemplo, también la conocen", dice. León aún no decide si se presenta en el siguiente torneo del PGA latino, al que clasificó con su top 20.