Poco éxito, mucho sufrimiento y algo de cuidado hubo en el primer día del Masters de Augusta. Apenas 19 jugadores pudieron vencer el campo en Georgia y uno solo, Bubba Watson, no tuvo bogeys. Pero el más destacado fue el local Bill Haas: único líder del campeonato tras los primeros 18 hoyos, con cuatro bajo el par.
Haas, de 31 años, se ilusiona con una corona que no pudieron conseguir su padre, Jay, quien jugó este torneo 22 veces; su hermano Jay Jr.; ni su tío Jerry, todos ex golfistas, aunque él siempre recuerda que es sobrino nieto de Bob Goalby, ganador del Masters 1968.
Pero, para el caso, la lejanía es demasiada.
"No recuerdo haber pensado: 'Me gustaría pegar este tiro como lo hacía mi papá'. Pero sí sé que hubo momentos en que dije 'me gustaría que él pegara por mí'", bromeó ayer el líder, tras arribar al club house.
Haas no figura en la lista de favoritos, pero por lo visto ayer puede pelear hasta el domingo. Dos bogeys y seis birdies lo avalan. Es la mejor tarjeta de toda su vida en un Masters.
En su historial hay seis coronas, incluyendo la del Tour Championship, perteneciente a los playoffs del PGA Tour 2011. Ese mismo año fue 12º en el PGA Championship, su mejor posición en un major.
Por su parte, Adam Scott, el campeón defensor, partió bien también, pero un doble bogey en el complicado hoyo 12 arruinó sus opciones de terminar líder. Igual va 2º.
"Debo haber recibido la mayor ovación de mi carrera cuando llegué al tee del hoyo 12 e hice el peor tiro del día", declaró el australiano, con algo de vergüenza.
El sueco Jonas Blixt y el estadounidense Kevin Stadler (hijo de Craig Stadler) abrieron el certamen con 70 golpes, dos bajo par, bien para ser debutantes.
Los que no ríen
Brandt Snedeker fue castigado con dos golpes por mover la pelota con el swing de práctica en el hoyo 15, mientras que el español Gonzalo Fernández-Castaño (53º, con +3), cerró con bogey en el 18 luego de que, según cuenta, los gritos de Nick Faldo desde una caseta de trasnmisión de TV lo desconcentraran.
Peor historia la del aficionado inglés Mathew Fitzpatrick (67º, con +4), de 17 años, quien se quedó sin su caddie, a quien no le permitieron usar sandalias, pese a que tiene problemas de salud que le impiden calzar zapatos.
Y Angel Cabrera, el único latinoamericano del field, apenas marcha 80º (+6).