Parecía que el golfista Rory McIlroy se perdía. Después de ganar dos majors, en 2011 y 2012, y tener brillantes resultados que lo llevaron al número uno del ranking mundial, el norirlandés perdió el rumbo y muchos pensaron que su carrera no volvería a despegar.

Pero este inicio de 2014 las cosas parecen estar cambiando. El jugador, de sólo 24 años, es el único líder del tradicional torneo Honda Classic, en Florida, después de debutar con dos excelentes tarjetas de 63 y 66 golpes.

En las dos primeras jornadas del campeonato que se juega en el PGA National, McIlroy volvió a ser el de siempre. Presentó una tarjeta inicial de siete bajo par el primer día, para situarse en lo más alto de la clasificación con un golpe de ventaja sobre el estadounidense Russell Henley. Ayer, el score fue de -4 y se mantuvo en lo más alto de la clasificación general.

Estas primeras jornadas han hecho visible el cambio del norirlandés desde que jugara este mismo torneo el año pasado, donde paseó su frustración por el campo, donde en la mitad de la segunda ronda jugaba siete golpes sobre el par y no pasó el corte.

Este año la situación fue radicalmente distinta, McIlroy, ha tenido todo bajo control, su juego y él mismo. En el primer día hizo siete birdies sin ningún bogey, embocó un par de putts largos, incluido uno de casi 14 metros para birdie, en el hoyo 11 (par 4).

Ayer, la tarjeta mostró seis birdies y dos bogeys, una de las mejores del día.

"He llegado a un punto en el que me siento muy cómodo con todo mi juego y mi swing", comentó el golfista, que por estos días aún está en proceso de decidir si representará a Irlanda o a Gran Bretaña en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.

La transformación de McIlroy se inició en gran medida a finales de la temporada pasada, donde tras un quinto y sexto puesto en torneos que se jugaban en Asia, consiguió una victoria en Australia y un segundo lugar en Abu Dhabi.

Ha sido un camino muy largo desde el pasado verano boreal donde no encontraba su juego.

"Cuando estás enfocado y jugando de la forma en que lo hago en este momento, sintiéndome tan cómodo en todo, uno se pregunta cómo es que alguna vez pude sentirme tan incomodo", señaló el golfista.

Y agregó: "Y al contrario, cómo estando tan incomodo, piensas que alguna vez te sentiste tan cómodo. Es tan sólo una pequeña cosa para hacer el click".

Una realidad diferente está viviendo Tiger Woods en el campeonato. El número uno del mundo apenas aparece en la 66ª posición de la pizarra, después de rondas de 71 y 69 impactos.

Woods juega por primera vez en un mes y este es apenas su tercer torneo del año. En Florida no dio muchas muestras de mejorar su nivel, luego de muy malas actuaciones en los torneos de Torrey Pines (corte) y el Dubai Desert Classic (41º).