Gonzalo Bofill, presidente Empresas Carozzi: "No dudo de las capacidades de Bernardo Larraín, pero hoy no es su tiempo"
El empresario se muestra contrario a la posibilidad de que el presidente de Colbún asuma en la Sofofa. "No considero prudente que el empresariado elija como máximo directivo a quien estuvo en el directorio de una empresa involucrada recientemente en un caso de colusión".
Como empresario, al presidente de Empresas Carozzi, Gonzalo Bofill, le preocupa quienes sean las personas que asuman el liderazgo en los diferentes gremios que representan al sector privado en el país.
"Debemos elegir personas que sean consecuentes con los valores y principios que guían la libre competencia y cuenten con una mirada amplia y sean capaces de comunicar adecuadamente el importante rol que cumple el empresariado en la sociedad, para así recuperar la confianza de los chilenos. En estos últimos años las empresas, y por ende, los empresarios, producto de nuestros propios errores y también de ataques ideológicos, hemos estado golpeados y no hemos defendido con fuerza nuestro aporte al país", señala. En ese marco, Bofill valora el rol que ha cumplido la Sofofa, gremio del cual Carozzi forma parte como empresa socia. "Son pocos los gremios, como la Sofofa, que en estos años se han atrevido a levantar su voz", remarcó.
Fiel a su estilo, en esta entrevista, -que contestó por escrito-, Bofill no evade ninguna pregunta, y de forma directa se manifiesta en contra de la candidatura de Bernardo Larraín Matte -presidente de Colbún- quien la semana pasada dijo estar disponible para asumir la presidencia de Sofofa. En su opinión, no es el momento para Larraín Matte, particularmente por su vínculo con CMPC Tissue, empresa de su familia de la cual además formó parte del directorio, y que se vio envuelta en dos casos de colusión, en el mercado del papel higiénico y de pañales.
¿Qué le parece Bernardo Larraín como candidato en la Sofofa?
No conozco personalmente a Bernardo Larraín, pero a raíz de un comentario que hice respecto a su postulación, en un seminario en la Universidad de los Andes sobre Valores y Comunicación en las Empresas Familiares, me llamó la semana pasada por teléfono.
En una entrevista reciente, él manifestó que agradecía que algunos le dijeran de frente sus opiniones. Yo soy uno de ellos, Bernardo Larraín sabe exactamente lo que pienso de su decisión. Considero imprescindible que quien maneje la Sofofa, tenga la autoridad ética para no poner en jaque la credibilidad de la institución por hechos ajenos a ella.
No considero prudente frente a la opinión pública que el empresariado elija como su máximo directivo a quien estuvo en el directorio de una empresa involucrada recientemente en un caso de colusión. La ética empresarial es el gran tema que nos va a acompañar por los próximos años y quien lidere al gremio debe ser una persona intachable, para que tenga la credibilidad que amerita.
No me cabe la menor duda que él está trabajando para que CMPC supere esta lamentable situación, pero no estoy de acuerdo con que lo haga poniendo en riesgo a la Sofofa.
Todas las empresas pueden cometer errores, nadie está libre de verse expuesto a éste u otro tipo de riesgos. Y en ese aspecto, CMPC ha tomado el camino correcto, se autodenunció, hizo los cambios internos que correspondían, compensó, pero eso no significa que el daño que provocaron a la credibilidad del empresariado no sea gigantesco.
Juan Claro dijo que Bernardo Larraín es "el que mejor representa el liderazgo que la Sofofa necesita". ¿Qué le parece?
Es su opinión y hay que respetarla, pero eso no me obliga a compartirla.
No dudo de las capacidades de Bernardo Larraín, pero considero que hoy no es su tiempo.
En la misma entrevista Claro sostenía que si fuera por encontrar "cuerpos gloriosos", nadie podría ser candidato, refiriéndose a que en todas las empresas hay problemas. ¿Coincide?
Para nada. Si todos los empresarios, Juan Claro incluido, no damos claras e ineludibles señales que la libre competencia es para nosotros un principio básico e intransable, no vamos a lograr subir un punto en nuestra ya alicaída imagen.
Y tampoco me parece justo que intente meter a todas las empresas en el mismo saco. En Chile hay más de un millón de empresas entre grandes y pymes, la inmensa mayoría de ellas no ha estado implicada en casos de colusión, como tampoco en otros grandes problemas.
¿Quiere decir que los empresarios dueños de empresas que han cometido ilícitos como la colusión están inhabilitados para cumplir funciones gremiales?, ¿no le parece que eso es un poco duro?
No solamente duro, eso sería injusto. Todos podemos caernos, todos podemos equivocarnos, todos tenemos derecho a cambiar y volver a levantarnos, pero es un proceso que lleva tiempo, madurez, serenidad, y hasta humildad.
En este caso en particular, falta aún que corra mucha agua bajo el puente. Es un tema de oportunidad y sentido de realismo.
¿Qué le parece el otro consejero que suena como candidato: Rodrigo Alvarez?
No quiero aparecer en esta entrevista promoviendo a uno u otro postulante. Solo estoy pidiendo que quien sea candidato, tenga las condiciones, experiencia y estatura moral para liderar la Sofofa.
¿No le parece que es delicado que un militante UDI, ex diputado y ex ministro, como es el caso de Alvarez, sea representante de un gremio empresarial?
No, no me parece. Cada postulante trae su propia historia, sus creencias, sus valores y sus experiencias. Será el Consejo quien decida si es o no un candidato apto para el cargo. Sí me parece relevante que las caracterísicas personales del candidato no estén reñidas con la legalidad o la ética.
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