Hace 80 años, Salvador Deik era uno de los tenistas más reputados del país. Dueño de una derecha llamativa, marcó una época, transformándose en uno de los grandes animadores del circuito nacional de la primera mitad del siglo pasado. Ocho décadas después, su sobrino nieto Gonzalo Lama también llama la atención por su drive que, según los especialistas, lo puede catapultar entre los mejores del mundo.
En dos temporadas en el circuito profesional, Lama bordea el top 200 y este año ganó su primer challenger. Muchos comparan su juego con el de Fernando González, especialmente por su derecha. "Siempre quise imitar a Fernando. Desde chico trataba de hacer su derecha y jugar como él, y creo que eso influyó en mi forma de jugar", confiesa el León.
Su ídolo, en tanto, cree que hay varias similitudes y afirma: "Nos parecemos mucho en la derecha de apoyo, esa de rally o peloteo. Eso sí, yo le pegaba más plano que él cuando quedaba corto. Pero de la línea de base hacia atrás es muy parecida. Creo que es una derecha que va muy fuerte, con esfuerzo en la intensidad más que en la fuerza para pegarle. En mi caso, yo hacía harto esfuerzo para pegar, pero no para darle potencia, sino que para acelerar y moverme bien. Esa derecha, combinada con un buen saque, hace mucho daño en arcilla".
En este sentido, el Bombardero de La Reina (quien ayer dirigió las prácticas de la selección de tenis en silla de ruedas), sostiene que "Gonzalo tiene una gran derecha". "Lo que a mí me gusta mucho", añadió, "es la intensidad que le da, porque hoy las canchas y las pelotas son más lentas. Ahora se necesitan siete derechas y hace unos años bastaban dos o tres con un tiro como el que él tiene". Y resalta: "Su juego es de cubrir mucho la cancha con su derecha y hacer sentir incómodo al rival. No tiene problemas para pegarle 20 ó 30 veces. Tiene el físico, la capacidad mental y la técnica para hacerlo".
El triple medallista olímpico no duda en señalar que la derecha de León es una de las más peligrosas del circuito: "Sin duda, es una de las mejores del mundo. Es extraordinaria. Sobre todo en arcilla. Gonzalo tiene una gran intensidad, porque se acomoda muy bien con las piernas. A lo mejor le falta jugar más en cancha rápida, pero eso se lo van a dar la práctica y la experiencia".
Quien vive día a día la evolución de los golpes de Lama es su entrenador, Martín Rodríguez. El coach comparte la visión de González y agrega que "hay muchas derechas buenas en el mundo". Y sentencia: "Pero no son completas; es decir, hay jugadores que le pegan bien de arriba, pero no tan bien de abajo: Gonzalo, no; tiene la característica de pegarle bien de todos lados".
Igualmente, el técnico cree que aún hay aspectos por corregir. En este contexto plantea que "hoy todavía no se nota tanto lo bueno que es, porque a veces se equivoca en la elección de qué derecha tirar; pero el día en que la termine de descubrir (eso implica tiempo y partidos) la va a explotar más y se convertirá en un arma terrible".
El tenista, de 21 años, agradece los elogios, pero los toma con cautela: "Si ellos (González y Rodríguez) dicen que tengo una de las mejores derechas del mundo, puede ser, pero creo que me falta mucho. Sí puedo llegar a tenerla, pero con calma. Aún no estoy en el mejor circuito y me falta variar un poco más las velocidades y los ángulos. Sé que tengo la capacidad de hacerlo, pero no lo hago mucho en los partidos. Eso debo madurarlo un poquito más".
Rodríguez insiste: "La consolidación de Gonzalo tendrá que ver con este crecimiento que ha experimentado en los últimos años. Cada vez mejora más desde lo técnico y lo táctico. Esto hará que elija mejor y pueda dar un salto importante".