Mientras en los mercados desarrollados Apple, Samsung, Sony y Nokia, entre otros, se pelean por lanzar al mercado los teléfonos más potentes e innovadores, en la gran mayoría del mundo la realidad de los teléfonos inteligentes es aún lejana. En India, por ejemplo, sólo una de cada 10 personas cuenta con un teléfono con conexión a internet y acceso a aplicaciones.
Es este mercado, el que se ha denominado como el de "los siguientes mil millones" -referido a la cantidad potencial de personas que pueden agregarse en los próximos años- es al que también las compañías están intentando apostar con celulares de bajo costo, pero de buen desempeño.
Fue justamente en India, donde se proyecta que en los próximos cinco años se sumen 400 millones de nuevos smartphones al mercado, que Google, de la mano de Sundar Pichai, ingeniero indio a cargo del sistema operativo para móviles, lanzó ayer de manera oficial el programa Android One, una serie de teléfonos que buscan entregar la mejor experiencia posible por precios tan bajos como 100 dólares sin contrato. Los aparatos pueden ser fabricados por cualquier empresa del rubro, pero para poder ser vendidos bajo la marca de Android One, y contar con el soporte de Google, los aparatos deben cumplir con una serie de requerimientos básicos: cámara de cinco megapixeles; pantalla de 4,5 pulgadas; 4 GB de almacenamiento, con posibilidad de expandir con tarjetas; grabar video en Full HD, conectividad 3G, y Wi-Fi, entre otras.
A cambio de esto, Google se compromete a que cuando aparezca la próxima versión de su sistema operativo durante el año, que se conoce por su nombre código "L", ésta llegará a los teléfonos, dejándolos con las últimas mejoras disponibles. Además de esto, Google señaló que incorporaría versiones especiales de sus aplicaciones, como la posibilidad de bajar videos de YouTube para verlos sin conexión a internet.