Google pagará una multa de siete millones de dólares como parte de un acuerdo que pondrá fin a una investigación en varios estados sobre un entrometido programa de software que permitió a la empresa interceptar mensajes de correo electrónico, contraseñas y otra información delicada transmitida hace varios años por redes inalámbricas sin protección en vecindarios de todo el mundo.
El acuerdo anunciado el martes cubre 38 estados y el Distrito de Columbia, parte de la zona en que Google Inc. intervino sin autorización comunicaciones de familias y comerciantes en redes Wi-Fi desde principios de 2008 hasta poco antes de mediados de 2010.
Google dejó de recolectar información en mayo de 2010, poco antes que la compañía revelara que los vehículos que tomaban fotografías a nivel calle para su servicio de mapeo en línea también se habían apoderado de datos transmitidos por redes Wi-Fi instaladas en casas y negocios sin que se requiriera una contraseña para obtener acceso.
La gigante de las búsquedas en internet atribuyó la intrusión a un ingeniero que manipuló un programa de recolección de datos en el equipo que supuestamente sólo debía detectar información básica sobre redes locales de Wi-Fi para ayudar a trazar la ubicación de personas usando su servicio de mapeo y otros productos. Pero tras concluir su propia investigación, la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos concluyó el año pasado que algunos gerentes de Google estaban al tanto del plan del ingeniero para recabar información transmitida por las redes de Wi-Fi.
Google no ha identificado al ingeniero que instaló el programa de recolección de información.
La interceptación causó enojo entre organismos defensores de la privacidad y entre investigadores del gobierno en más de una decena de países. Las reacciones hasta ahora han representado más un golpe a nivel de relaciones públicas que un revés financiero para Google, que ha adoptado la frase "Don't Be Evil (No seas malvado)" como su eslogan informal corporativo.
Pese a que repetidamente se ha disculpado por una violación a los protocolos de internet, Google ha insistido en que no infringió la ley estadounidense. La compañía mantiene la misma postura en la investigación en varios estados, al llegar a un acuerdo que no incluye la obligación de admitir que hizo algo indebido.
Google, con sede en Mountain View, California, emitió otro comunicado contrito el martes.
"En Google nos esforzamos por respetar el derecho a la privacidad", aseguró la compañía. "Pero en este caso no lo hicimos, razón por la que rápidamente reforzamos nuestros sistemas para corregir el asunto".