Waymo, la unidad de conducción automática de Google, presentó una demanda en contra de Uber y su subsidiaria Otto, una compañía que desarrolla tecnología para camiones autónomos, por el supuesto robo de información confidencial referente a la tecnología de sus coches de conducción automática, informó la web especializada The Verge.
El robo sería de la tecnología del sensor LiDAR y se habría descubierto por el correo de un proveedor, el que delató que un ex empleado de Google se habría llevado los secretos más importantes de su auto inteligente para fundar su compañía y luego ser comprado por Uber.
En el año 2009, como parte de su cartera de proyectos secretos, Google comenzó a desarrollar algo bastante alejado a sus productos tradicionales, vinculados siempre la computación y el internet. El nombre clave era Google Car y se trataba de un vehículo inteligente capaz de manejarse de manera automática y segura a través de la ciudad.
El proyecto prosperó y en vez de Google Car ahora existe Waymo, una nueva compañía bajo el alero del gigante tecnológico Alphabet, y la competencia no tardó en llegar. Empresas como Audi, Volvo y Tesla Motors también han presentado sus propios métodos de conducción autónoma en paralelo a que la legislación se ponga al corriente con esta nueva forma de transportarse.
Uber lanzó su primera flota de taxis autónomos en Pittburg y San Francisco el año pasado, poco tiempo después de haber comprado la empresa Otto. Uber llevaba un tiempo trabajando la idea en su centro de desarrollo en Pittsburg, pero la rapidez con que la compañía presentó una versión comercialemnte disponible de sus autos levantó serias dudas.
Dudas que al parecer tenían sus fundamentos luego de que se conociera una demanda lanzada por Alphabet en contra de Uber por robo de información perpretado por un ex empleado de la compañía. Un caso que pone en juego la relación entre ambas empresas, considerando que Google es uno de los inversionistas de Uber.