Mientras Uber está enredado en tribunales con demandas y juicios que prometen entorpecer el crecimiento de la empresa en Estados Unidos y el resto del mundo, su principal rival en tierras norteamericanas, Lyft, está aprovechando la tormenta para sacarle ventaja a su rival.
La compañía que durante el 2016 triplicó la cantidad de carreras pedidas por los usuarios y redujo su margen de pérdidas a lo más bajo de su historia, ha estado esperando el empujón que la convierta no sólo en una compañía sostenible en el tiempo, sino que en el largo plazo, en la que logre derrotar a Uber en participación de mercado.
Un empujón que podría venir por parte de Waymo, la empresa creada por el equipo de Google detrás de la creación de los vehículos autónomos, quienes anunciaron hoy un acuerdo sin precedentes, con los cuales se buscará la unión de estas dos tecnologías. Así, los autos de Lyft podrían en el futuro incorporar conducción autónoma y así aumentar la flota de vehículos sin tener que, necesariamente, contratar más choferes. Y para Waymo, esto significa la oportunidad de probar y perfeccionar aun más su sistema de radar que permite que los vehículos se guíen solos a través de la ciudad.
Pero el acuerdo de Waymo con Lyft tiene otra connotación, la cual se entiende cuando se sabe que Uber y Waymo se encuentran en un juicio por un supuesto robo de datos confidenciales que un ex trabajador de Waymo se habría llevado a Uber para que ellos crearan su propio sistema de conducción automática.
Así es como esta alianza tecnológica también cobra un nuevo significado en la pugna entre Uber y Lyft, quienes ahora no sólo están contando con el apoyo del público, sino que de uno de los líderes en innovación en tecnología a nivel global.