Mijail Gorbachov se hizo esperar en la fría noche de marzo. El premio Nobel de la Paz organizó una ceremonia en la sede de su fundación internacional en Moscú para recordar el comienzo de la "perestroika" y de la "glasnost", la política de democratización y apertura de la Unión Soviética que mañana cumple 25 años.
La política de "cambio hacia la libertad y la democracia" impulsada por Gorbachov (79), quien llegó al poder de la Unión Soviética el 11 de marzo de 1985, no sólo puso fin a la Guerra Fría entre este y oeste, sino que también acabó con la división alemana y modificó el mapa político mundial.
El ex líder, sin embargo, apareció algo tarde en la celebración y sin especial ánimo festivo. Sólo un par de decenas de personas esperaban para escuchar las palabras del primer y último Presidente soviético.
Es que, si en Occidente Gorbachov se considera un paradigma heroico de la libertad y del desarme atómico, para muchos de sus compatriotas fue un político poco carismático y sin instinto de poder, que cometió graves errores que terminaron por llevar al país al caos, el hambre y la pobreza.
Su fundación recordará con varios actos durante el año ese 11 de marzo de 1985 en que Gorbachov fue elegido secretario general del Partido Comunista de la Unión Soviética. La fecha marca el inicio de un profundo cambio nacional e internacional.
"Gorbi", apodo usado para el ex líder soviético, criticó en su discurso a la cúpula en Moscú y a lo que considera una democracia ficticia administrada por el Presidente Dmitri Medvedev, y el primer ministro Vladimir Putin. Para Gorbachov, hoy queda poco de "perestroika" y "glasnost".
"Hay un Parlamento, pero el Parlamento no es un Parlamento. También hay tribunales. Parece que hubiese todo, pero en realidad no hay nada. Todo es como un decorado", dijo Gorbachov sin aclarar mucho más.
También Vadim Medvedev, historiador del Fondo Gorbachov, afirmó que el partido Rusia Unida de Putin es una fuerza aún peor que el viejo Partido Comunista de la Unión Soviética.
Según el experto, en lugar de una democracia con división de poderes, en Rusia rige hoy el monopolio de un único partido que controla policía, justicia y medios. El país, añadió, se ha apartado más que nunca del principal objetivo de la "perestroika": revalorizar el papel de las personas en la sociedad.
En la ocasión, un equipo de autores liderado por Vadim Medvedev aprovechó de reclamar en un escrito, con motivo del aniversario, que los ciudadanos puedan elegir a sus gobernadores y que puedan manifestarse libremente. "La 'perestroika' mostró que, sin apertura y libertad de discurso e información, es imposible la democratización de la sociedad", destacó el historiador.
En el informe los autores también reconocen errores y derrotas del tiempo de la "perestroika", como no haber logrado renovar el dividido PCUS ni haber impedido el derrumbe de la URSS.
Pero lo que más se lamenta en el balance es que las reformas democráticas iniciadas en 1985 se hubiesen cortado de cuajo con el golpe de agosto de 1991 y la llegada al poder de Boris Yeltsin.
Por último, los expertos reclamaron que la modernización de Rusia anunciada por el Presidente Medvedev conlleve un nuevo comienzo de la "perestroika" y de la "glasnost". Gorbachov lo dejó entrever en su despedida: aún no pierde la fe en una Rusia democrática.