Los números son rudos. Desde que en 2000 se iniciaron los Grammy Latinos, los representantes chilenos han totalizado 27 nominaciones, pero sólo 2 triunfos. Y ambos, en 2002 y 2004, son patrimonio de La Ley. Por eso, la próxima entrega de los galardones asoma como una revancha: hay tres chilenos postulando a la premiación más importante de la industria continental. Y ahora -a diferencia de años en que aparecieron Christell o Camila Moreno-, la Academia Latina de la Grabación sólo apostó por consagrados.

Por ejemplo, Beto Cuevas -con doce apariciones en la cita- está en Mejor álbum pop rock por Transformación (2012). Tras su nominación del año pasado, Ana Tijoux suma su segunda mención, aunque en 2010 y 2012 recibió candidaturas para los Grammy de EE.UU. Esta vez va en Mejor canción urbana con Sacar la voz, batallando con Daddy Yankee e Illya Kuryaki & The Valderramas. "Para mí ya es un triunfo competir con artistas que han invertido millones en sus discos y que tienen mucha pirotecnia en sus videos, mientras nosotros hacemos algo más artesanal", dice la cantante.

Finalmente, Los Bunkers reciben su primera candidatura en Mejor álbum de rock por La velocidad de la luz (2013) y donde se verán las caras con Ska-P y No te va gustar. Se trata un salto hacia una instancia que, más asociada al pop latino, supone cierta lejanía con el quinteto. Mauricio Basualto, su baterista, ataja: "Es un gran reconocimiento a nuestro trabajo y no tenemos rollo con que venga de los Grammy, porque para nosotros la música latina involucra desde reggaeton hasta rock. No tenemos conflicto, porque pone al grupo en una situación mucho más continental. Esperamos ganar".