A diferencia de otras competencias de Europa, la Bundesliga tiene una gran disparidad entre sus clubes, si nos remitimos al favoritismo de cada cual. El Bayern Múnich es el absoluto candidato a quedarse, otra vez, con el torneo germano. Son los pentacampeones del certamen, algo inédito en la liga alemana, y desde el 2000 han levantado el trofeo en forma de plato (denominado Meisterschale) nada menos que 12 veces.
Hoy, a las 15.30 horas de Chile, reciben al Bayer Leverkusen, en un choque que puede tener a dos de los tres chilenos presentes en la competición: Arturo Vidal y Charles Aránguiz (completa el trío Miiko Albornoz, del Hannover 96).
Aunque hay elencos que pueden complicarle la existencia, como el Borussia Dortmund o el sorprendente Leipzig, que jugará la Champions, las apuestas son seguras hacia la escuadra de Carlo Ancelotti. Eso sí, en los amistosos preparatorios no les fue muy bien. Perdieron consecutivamente con el Inter de Milán (0-2), el Liverpool (0-3) y el Napoli (0-2). Claro, aquello se disimuló luego de ganar la Supercopa alemana y avanzar en la Copa local.
"Tenemos muchas ganas de empezar la Bundesliga. El primer compromiso suele ser difícil, pero creo que estamos preparados para afrontarlo", manifestó Ancelotti, quien además resaltó que la pretemporada no fue fácil: "Cuando comenzamos, muchos jugadores aún estaban de vacaciones, así que fue difícil preparar la gira asiática".
"Es un equipo que despierta dudas, luego de una pretemporada irregular. Da la sensación que perdió el patrón de juego que tuvieron con Guardiola. El año pasado era reconocible. Nadie duda de que el Bayern va a volver a ser campeón, pero la apuesta mayoritariamente apunta a que por primera vez en mucho tiempo las dudas en torno al Bayern permiten que haya otro candidato. El título de la Bundesliga no es suficiente porque quieren ganar la Champions", afirma Javier Cáceres, periodista del periódico Süddeutsche Zeitung.
Una de las inquietudes en los muniqueses radica en varios cambios que afrontan para la temporada. Una tiene que ver con que dos glorias de la institución se retiraron al cabo de la campaña pasada: Philipp Lahm y Xabi Alonso. Tanto el histórico capitán y campeón del mundo en 2014 como el hispano, eran parte de la columna vertebral. Hoy ya no están.
Para sustituir a Lahm, las cartas son dos. Una es el experimentado brasileño Rafinha (31). La otra es Joshua Kimmich (22), integrante del recambio de la selección alemana, campeón de la Copa Confederaciones, y quien le entrega más variantes a Ancelotti porque puede jugar en varias posiciones. Como reemplazante de Alonso, los bávaros desembolsaron 41,5 millones de euros (US$ 48 millones) en el francés Corentin Tolisso, ex Lyon. Es, hasta el momento, la incorporación más costosa del equipo para la temporada 2017-2018.
Pero hablando de refuerzos, el más resonante es James Rodríguez. Definido como una "apuesta personal de Ancelotti", el colombiano abandonó España, sitio en el cual nunca se convirtió en un indiscutido del Real Madrid, para volver a sentirse importante. Y nada menos que en el gigante del fútbol alemán, que mantiene una estructura sostenida en elementos como Manuel Neuer, Mats Hummels, Robert Lewandowski y, por cierto, Arturo Vidal.