La arquera Christiane Endler (25 años) dio ayer otro paso vital para consolidarse como la futbolista más importante en la historia de Chile.
La jugadora fue transferida desde el Valencia al Paris Saint Germain, equipo que acaba de disputar la final de la Champions League femenina ante el Olympique de Lyon, definición que perdió en la tanda de penales tras igualar sin goles en la final disputada en Cardiff (la UEFA utiliza la misma sede para hombres y mujeres).
Endler es así protagonista de una situación inédita, pues es la primera jugadora involucrada en un traspaso pagado en o desde el fútbol español, luego de que fuera una de las figuras del cuadro che durante la última campaña, en la que fue reconocida como la mejor arquera de la liga, además de obtener el trofeo Zamora como la menos batida (permitió sólo nueve goles en 23 partidos).
Los 30 mil euros que pagó la escuadra parisina por el pase de la meta nacional la ponen también en el listado de las 10 operaciones más altas en el fútbol femenino del Viejo Continente. Habitualmente este tipo de operaciones no involucran costos, pero los directivos valencianos rebajaron la cláusula de rescisión para allanar la transferencia.
Endler firmará contrato por tres temporadas con la escuadra francesa, donde militan estrellas como las brasileñas Formiga y Cristiane, la española Verónica Boquete y la veterana zaguera local Laura Georges, quien ha defendido en 164 ocasiones a la selección gala (que integra desde 2001).
La tarea, en todo caso, no será nada de sencilla, pues deberá luchar por la titularidad con la seleccionada polaca Katarzyna Kiedrzynek, un año mayor que la chilena y quien llegó al PSG en 2013, donde se ha mantenido como la dueña del arco. Las otras porteras son la holandesa Loes Geurts (31 años) y la francesa Romane Salvador (19).
El equipo es dirigido por Patrice Lair, quien llegó el año pasado a París, luego de dirigir durante dos temporadas al Montpellier y cinco al Lyon, los archirrivales del PSG a nivel femenino.
Bajo su dirección, Endler, completará pasos por las tres principales ligas europeas, pues en 2014 militó en el Chelsea. A la espigada arquera (1,82 metros) sólo le restaría defender a algún club de la Bundesliga, situación que ser vería facilitada por contar también con la nacionalidad alemana.
Su trayectoria, que incluye pasos también por el fútbol universitario de Estados Unidos, la ha convertido en portavoz de su especialidad deportiva. Así, en entrevista con La Tercera, sostuvo hace poco que "no hay un respeto hacia el fútbol femenino. Esperemos que eso en un futuro cercano cambie", además explicar que, pese a que hay mucho talento, las jugadoras nacionales "deben ser más profesionales, comprometerse con el entrenamiento, con las cosas que no hay que hacer. Después, el apoyo de los clubes, que inviertan más. Y la ANFP que apoye más a nivel de Selección, de campeonatos, que invierta. Es una cadena que no está funcionando en ninguna parte".