Un crudo análisis sobre los problemas que afectan al sector eléctrico hicieron ayer los principales ejecutivos de los mayores grupos eléctricos del país, en el seminario "Desarrollo Eléctrico: ¿Dónde está el corto circuito?", organizado por Aipef Chile y Sofofa. La mirada fue menos condescendiente dada por el sector a fines de agosto en La Moneda, cuando, en el marco de la presentación del proyecto de carretera eléctrica que lanzó el gobierno, aseguraron que había condiciones para invertir.

1 Diagnóstico: Pese a la existencia de matices, la conclusión de los ejecutivos de Endesa, Colbún, AES Gener, Suez y Transelec, fue casi la misma. El sistema eléctrico pasa por un momento crítico, donde la autoridad debe tomar definiciones claras sobre la matriz que el país requiere, y cómo llegar a ella.

Bernardo Larraín, presidente de Colbún, advirtió que sólo 6% de los proyectos hidroeléctricos y de Energías Renovables No Convencionales, con aprobación ambiental, se están construyendo. Joaquín Galindo, gerente general de Endesa, agregó que si la demanda de energía crece a tasas de 6% en los próximos 12-14 años, se necesitarán 1.200 a 1.400 Mw de generación anual, lo que no está sucediendo, según indicó.

El country manager de GDF Suez en Chile, Juan Clavería, afirmó en que no se está construyendo ningún nuevo proyecto que permita cubrir el crecimiento de la demanda futura y el gerente general de AES Gener, Felipe Cerón, aseguró que lo que sucede hoy es una "luz de alerta". Agregó que no es conveniente que se atrasen las aprobaciones de las inversiones, porque el país requiere de más energía.

2 Institucionalidad: Una de las principales críticas apuntó al rol que está jugando la institucionalidad ambiental. Bernardo Larraín aseguró que ésta ha sido superada. "Hemos visto cómo ciertos proyectos se han resuelto por elección presidencial y otros han llegado a la Corte Suprema. Hay que preguntarse por qué se llegó a esa instancia y por qué la institucionalidad no resolvió el problema antes", dijo. Galindo, también fue drástico respecto de las garantías que tienen los proyectos para ser desarrollados. "Tenemos una serie de barreras importantes para llevar a cabo nuestros proyectos: la fragilidad de la red de transmisión; la demora en la obtención de los permisos ambientales; hay una serie de recursos que provoca la judicialización. Por último, una oposición importante hacia los proyectos (...). El problema en los próximos cinco o seis años, y si no tomamos soluciones inmediatas, será dramático", dijo.

Clavería explicó que este gobierno se guía mucho por la opinión pública. Por eso la ciudadanía tiene que ser convencida de que un proyecto es bueno. Agregó, además, que "hoy la sensación es que para la comunidad es un triunfo detener un proyecto eléctrico", lo que complica más el escenario.

3 Impactos: Según Felipe Cerón, si no cambian las condiciones del sector la situación más complicada se verá en 2016 o 2017, visión en la que coinciden los otros ejecutivos. "No veo dificultades de racionamiento, pero veo que todo lo que se va a suministrar será con diésel", lo que implica mayores costos, comentó Juan Clavería.

Sobre este punto, Galindo recordó que desde la crisis de gas argentino los costos de energía se han incrementado en US$ 1.500 millones, producto del uso de combustibles más caros. Además, según Suez, el costo de energía en la industria de alimentos ha subido 22%, en la minería 35%, en la industria cementera 12%, en retail hasta 17%.

Larraín señaló que la menor holgura del suministro que se dará en los próximos años puede afectar el crecimiento económico y las metas del país, porque para crecer se necesita contar con más energía. "En ninguna parte del mundo el consumo eléctrico se ha podido desacoplar del desarrollo", dijo.

Clavería manifestó que de no contar con más energía, se produciría "un black out en el crecimiento económico".

4 Soluciones: Para las eléctricas, la solución tiene varias aristas. Juan Clavería afirma que la ciudadanía tiene que entender que la energía es necesaria, los órganos del Estado deben dar facilidades para que los proyectos se construyan de manera más rápida y debe haber una mayor claridad sobre la matriz energética que se requiere.

El gerente general de Transelec, Andrés Kuhlmann, ve que la Ley de Carretera Eléctrica es una norma que va bien encaminada, aunque le falta algunas precisiones. "Esta ley enfoca los problemas del sector, aunque requiere especificar y solucionar la problemática medioambiental", dijo.

Para Bernardo Larraín, en los tres próximos años la solución pasa por el gas natural licuado (GNL). Recuerda que hay 1.800 MW de capacidad que pueden usar esa energía. Además, estima que se debe avanzar en la normativa de ordenamiento territorial y en una regulación que defina compensaciones a las localidades donde se instalan lo proyectos.