Cerca de 200 mil nuevos puestos de trabajo se han generado en el país en los últimos 12 meses, según el reporte de empleo del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) correspondiente al trimestre móvil mayo-julio de 2013. Sin embargo, y pese a que la tasa de desocupación nacional cayó a un histórico 5,7%, la realidad no fue igual de dinámica en todas las empresas.

De acuerdo a la base de datos de la institución, más de la mitad de las plazas creadas en el período se originaron en las grandes empresas, donde surgieron 141.660 nuevos puestos. Junto a estas firmas, también se expandieron en términos de dotación las microempresas -con menos de cinco trabajadores- que contrataron a 60 mil personas más. Le siguieron en crecimiento las compañías con entre 50 y 199 trabajadores, que aportaron 53 mil nuevos puestos.

La tendencia fue contraria en las pequeñas y medianas empresas (pymes). Las cifras señalan que las organizaciones con entre cinco y 10 trabajadores, perdieron  20 mil plazas, mientras que las firmas con 11 a 49 personas se contrajeron en 18 mil.  

Para Ricardo Paredes, académico de la UC y ex integrante de la comisión de salario mínimo, las estadísticas pueden reflejar una suerte de migración laboral desde pymes hacia grandes firmas. "Generalmente las empresas más chicas se asocian a empleos más precarios y como en el país hay una situación de empleo bastante potente, los trabajadores pueden optar por un puesto en empresas más grandes, con más protección y otros beneficios", afirma.

Patricio Rojas, socio de Rojas y Asociados, considera que el comportamiento de las pymes responde al menor ritmo de crecimiento de la economía. "El consumo y la inversión se han desacelerado y eso afecta a todas las empresas, pero las que tienen mayor liquidez, que son las grandes, pueden soportar un período mucho más largo. Distinta es la situación para las pymes, que  son las primeras en sufrir los efectos debido a su baja capacidad de endeudamiento y menor liquidez, lo que las lleva a tomar decisiones en materia de ajuste de personal más tempranamente. Son las primeras en reaccionar en términos de empleo", explica. Añade que el buen desempeño de las firmas más pequeñas se debe a que, en su mayoría, son empresas familiares.

"Las empresas más chicas han crecido mucho, porque tienen un manejo más fácil, su negocio es más familiar. La situación se complica cuando subes a 10 ó 20 trabajadores y eso se debe principalmente a la tardanza en el pago de las facturas y el poco acceso al crédito (...). Aunque nos paguen en 90 ó 120 días nosotros tenemos que pagar imposiciones, sueldos y todo en 30 días", critica Juan Araya, dirigente de la Confederación Nacional de la Pequeña y Mediana Empresa (Conapyme).

De acuerdo al INE, en nueve regiones del país la microempresa es la que registra mayor cantidad de ocupados. En las 6 restantes, la mayoría de mano de obra se concentra en las compañías con más de 200 trabajadores (ver infografía). Estas últimas, representaron el 35% del total del total de trabajadores empleados a nivel nacional, mientras que las primeras equivalieron al 32%.

Bajo el análisis de Rojas, a medida que en la economía se agudice la desaceleración, se podrían producir mayores ajustes, aunque de todos modos considera que la situación será acotada.