Para este martes 11 de abril está programada la votación en general del proyecto de la educación superior en la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados. Para lograr su aprobación, el gobierno inició una intensa ronda de negociaciones tanto con el oficialismo como con la oposición.
Parlamentarios de ambos sectores exigieron que las indicaciones a la reforma que ha estado preparando el Mineduc sean presentadas como máximo hoy, de lo contrario, aseguraron que no votarán. En ese contexto, la cartera entregó como adelanto una nueva minuta en la que explica en líneas generales los nuevos cambios y algunas variaciones respecto de los últimos antecedentes que se habían dado a conocer a fines de marzo.
El documento, al cual accedió La Tercera, señala que en el marco de la creación del Sistema Nacional de Aseguramiento de la Calidad (SAC), se mantiene la actual figura de la Comisión Nacional de Acreditación (CNA) y se crea el Comité de Coordinación del SAC. Ambos organismos estarán encargados de fijar los criterios y estándares de la certificación. Además, la acreditación será obligatoria, como estaba planteado en el proyecto original, pero se introduce una nueva modificación: las instituciones deberán certificarse de manera integral en cinco nuevas dimensiones.
La primera de ellas es "docencia y resultados del proceso de formación", la segunda es "gestión y recursos institucionales", la tercera es "aseguramiento interno de la calidad", la cuarta es "vinculación con el medio" y la quinta es "generación de conocimiento, creación e innovación".
Cabe destacar que actualmente el sistema de acreditación institucional es voluntaria y considera certificarse en cinco áreas, donde sólo dos ellas son obligatorias: docencia de pregrado y gestión institucional. A ellas se suman vinculación con el medio, investigación y docencia de posgrado.
El plazo para certificarse en las nuevas cinco dimensiones será 2040. Adicionalmente, la minuta señala que hasta dicha fecha se establecerá un sistema de financiamiento transitorio para la gratuidad, el que consistirá en que los aranceles regulados -que permiten fijar los montos que se transferirán a los planteles por los estudiantes beneficiados- dependerán de la cantidad de dimensiones en las cuales se acredite la institución.
"Mientras no sea obligatorio acreditar las cinco dimensiones, para el cálculo de aranceles se tomará en consideración el número de dimensiones que las instituciones efectivamente acrediten, en particular, la dimensión de investigación", consigna el documento en su capítulo V, llamado "del financiamiento estudiantil para la gratuidad".
Con esto, mientras más compleja sea una institución, más fondos recibiría.
Para el diputado Jaime Bellolio (UDI), en primer lugar esto "da cuenta del fracaso del cálculo de la gratuidad en la glosa, no sólo porque un grupo de rectores ha dicho que es imposible que resistan a ampliar la gratuidad al 60% más vulnerable, sino porque es imposible dividir completamente la investigación de la docencia".
En ese sentido, Bellolio añadió que con la modificación "se está reconociendo que las universidades son complejas en cuanto a docencia, investigación, vinculación con el medio, etc., entonces, insistir en que una universidad es compleja sólo si investiga no tiene sentido y es un retroceso".
La minuta también revela que la acreditación se mantendrá por años, con un máximo de siete (a diferencia del último documento que decía que serían ocho), y si una institución obtiene una acreditación de tres años se considera condicional. "Bajo tres años no acredita y se nombra un administrador provisional, quien deberá someter a la institución a un nuevo proceso de acreditación. En caso de que en este nuevo proceso no obtenga la acreditación, se procede a su cierre", consigna el documento.
El diputado Alberto Robles (PR) se mostró en desacuerdo con esto. "No puede haber instituciones condicionales, los planteles están acreditadas o no lo están. Puede haber un período en el que no lo están, en el que están optando a acreditarse, pero eso es distinto", señaló el diputado, quien reconoció que este punto genera diferencias dentro de la Nueva Mayoría.