Al menos siete heridos y 60 detenidos, así como graves daños materiales se produjeron hoy en el centro de Atenas por los disturbios en el primer aniversario de la muerte de un adolescente por disparos de la policía.
Los disturbios se produjeron al margen de una manifestación pacífica convocada por diversos partidos, asociaciones de estudiantes y sindicatos de trabajadores para protestar contra la violencia policial y la falta de justicia social.
Más de tres mil personas marcharon de forma pacífica con pancartas a favor de la libertad de expresión y contra la economía neoliberal, desde la Universidad de Atenas hasta el Parlamento en el centro de Atenas.
Pero unos 400 radicales se separaron de la manifestación y se enfrentaron con piedras y bombas incendiarias con los antidisturbios, antes de tomar el rectorado de la Universidad de Atenas.
La policía respondió con gases lacrimógenos y detuvo en las últimas dos horas a 60 personas.
Escaparates, coches y edificios han resultado dañados por las bombas incendiarias de los radicales.
Las autoridades desplegaron durante fin de semana a unos 10.000 agentes para hacer frente a los disturbios esperados por el aniversario de la muerte de Alexis Grigoropulos, un joven de 15 años fallecido en 2008 por un disparo policial en el conflictivo barrio de Exarhia y que desencadenó tres semanas de protestas violentas en Grecia.
El sábado fueron arrestados cinco italianos y las autoridades confirmaron que han llegado a Grecia unas 150 personas de movimientos radicales de Europa en las últimas horas para sumarse a las protestas.
La policía confirmó que durante la entrada violenta de los encapuchados en el Rectorado, el decano Jristos Kitas resultó herido en la cabeza con un objeto y fue trasladado a un hospital.
También fueron atendidos por contusiones cuatro policías y dos radicales.
Otros 75 radicales fueron detenidos en las últimas 24 horas en diversos barrios de Atenas por ocasionar disturbios.
En la ciudad septentrional de Salónica, la segunda mayor de Grecia, se produjeron serios disturbios con enfrentamientos entre radicales y las fuerzas policiales.
También se registraron graves daños materiales y se levantaron barricadas con contenedores de basuras en llamas.
En la mañana del domingo se celebró una misa por la muerte de Grigoropulos en el cementerio del barrio ateniense de Nea Smirni, con la presencia de la familia y de un pequeño circulo de amigos.
Los padres del joven fallecido hicieron un llamado para que las manifestaciones discurrieran de forma pacífica porque "la violencia no honra a nuestro hijo".