Grecia pidió el viernes a los países de la zona euro un inmediato inicio de conversaciones técnicas sobre la primera serie de reformas con prestamistas internacionales, lo que ayudaría a finalizar su actual programa de rescate y permitiría el desembolso de nuevos préstamos.

La solicitud marca una postura menos agresiva de Grecia. Hasta ahora, ha rechazado conversaciones con las tres instituciones que han supervisado la implementación de las reformas, El Banco Central Europeo, la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional.

Pero Atenas, que enfrenta pagos de préstamos en las próximas semanas y meses, se está quedando sin dinero y necesita más créditos de parte de la zona euro para evitar una bancarrota.

Si concluye el rescate -que requiere implementar reformas que acordó el anterior Gobierno, pero las actuales autoridades rechazan- podría obtener 1.800 millones de euros en préstamos del actual rescate por 240.000 millones de euros.

El país también podría optar a recibir 1.900 millones de euros de ganancias que el BCE obtuvo al comprar bonos griegos. Y los bancos griegos podrían financiarse en las operaciones de mercado abierto del BCE.

"Le estoy escribiendo a usted (...) para transmitir la opinión del Gobierno griego de que es necesario comenzar inmediatamente las discusiones entre nuestro equipo técnico y los de las instituciones", dijo el ministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis, en una carta dirigida al presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem.

Varoufakis propuso que las discusiones se realicen en Bruselas, evitando la connotación de una pérdida de soberanía que ha tenido para los griegos las visitas de los representantes de la denominada troika de prestamistas.

Los ministros de Finanzas de la zona euro le dieron al nuevo Gobierno griego hasta finales de abril para implementar las medidas que acordaron las autoridades previas para obtener el rescate financiero.