Grecia asumió hoy la presidencia de turno de la Unión Europea (UE) de la mano de Lituania, con la esperanza de lograr una rápida superación de la crisis financiera más grave desde la Segunda Guerra Mundial en el país.

Así, durante el primer semestre del año, el gobierno de Antonis Samaras tendrá dos frentes abiertos: la superación de la crisis económica interna y la gestión en el seno de la UE.

Ahorro, crecimiento y la lucha contra la inmigración ilegal son los principales objetivos que se ha marcado el gobierno griego y, según sus datos, lo hará con el menor presupuesto destinado nunca a una presidencia de turno europea: 50 millones de euros. 

Atenas tendrá que seguir avanzando en la unión bancaria europea, así como impulsar las negociaciones con Estados Unidos para la firma de un acuerdo trasatlántico de libre comercio.

Además, el jefe de gobierno conservador necesita urgentemente marcarse un éxito en la gestión europea, ante la pérdida constante de popularidad de su gobierno. 

Las encuestas muestran que la coalición de conservadores y socialistas no obtendría ya la mayoría de celebrarse nuevas elecciones. La opositora alianza de la izquierda radical Syriza es el partido que cuenta con mayor respaldo entre la población mientras el radical de derecha Aurora Dorada amenaza con convertirse en la tercera fuerza del Parlamento.

Uno de cada cuatro griegos no tiene trabajo y Samaras ha prometido que este año los ciudadanos podrán ver los primero signos de una reactivación económica. 

La asunción de la presidencia de la UE se ha visto ensombrecida por el atentado contra la residencia del embajador alemán en Atenas: el pasado lunes desconocidos realizaron al menos 60 disparos con dos fusiles kalashnikov contra la vivienda, aunque nadie resultó herido. Berlín y Atenas condenaron lo ocurrido en los más duros términos. El ataque se produjo bajo el transfondo de que muchos griegos responsabilizan a Alemania de los duros recortes presupuestarios en su país. 

Bajo la presidencia griega tendrán lugar en mayo elecciones europeas para ocupar todos los puestos importantes.

Además, se trata de la quinta presidencia griega de turno de la UE: la última data de 2003. Y en julio, Atenas pasará el mando a Italia.