Se espera que el Parlamento someta el miércoles a votación el paquete valuado en 13.500 millones de euros (17.000 millones de dólares) del primer ministro Antonis Samaras, el cual impulsa recortes del gasto fiscal y alzas de impuestos, junto con otras medidas que facilitarán el despido laboral.

Pese a la exasperación pública por cuatro años de austeridad que ayudaron a minar la economía y dejaron a un cuarto de los griegos sin trabajo, se prevé que el plan y una estricta ley de presupuesto que será votada el domingo reciban luz verde en el Parlamento.

Los poderosos sindicatos de los sectores públicos y privados de Grecia iniciarán el martes una huelga de 48 horas contra la ley y planean marchas en el centro de Atenas. Periodistas, médicos, trabajadores del transporte y comerciantes también están planificando paralizaciones.

La aprobación de las reformas y de la ley de presupuesto del 2013 son cruciales para desbloquear el envío de un tramo de 31.500 millones de euros del rescate del Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Unión Europea que está pendiente desde el verano boreal.

"Estos serán los últimos recortes de salarios y pensiones", dijo Samaras en un discurso ante los divididos miembros de su partido de centroderecha Nueva Democracia.

"Nosotros prometimos evitar que el país sea expulsado de la zona euro y esto es lo que estamos haciendo. Hemos dado prioridad absoluta a esto porque de otra forma todo lo demás que logremos no tendrá sentido", manifestó.

Sin la ayuda, Grecia no podrá pagar un bono del Tesoro por 5.000 millones de euros que vence el 16 de noviembre.

Buena parte del tramo de ayuda, unos 25.000 millones de euros, ya están destinados a la recapitalización de los atribulados bancos de Grecia y a reiniciar el moribundo flujo de
créditos, pasos cruciales para que el país heleno pueda salir de su profunda recesión.

Pero los líderes sindicales dicen que las medidas simplemente agudizarán la contracción económica que se espera para el año próximo.

"Nuestra acción laboral será parte de los esfuerzos por impedir políticas que hundirán más al país en la recesión y destruirán la esencia de la sociedad", dijo a Reuters Yannis Panagopoulos, jefe del sindicato del sector privado GSEE.