El primer ministro griego, Alexis Tsipras, reestructuró este lunes el equipo encargado de las negociaciones con los acreedores del FMI y la Unión Europea, después de que su ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis, fuera duramente criticado por sus homólogos de la zona euro en una reunión la semana pasada.
Las últimas decisiones de Atenas sugieren que Tsipras intensifica los esfuerzos por aliviar las tensiones con los acreedores y alcanzar un acuerdo que permita desbloquear la ayuda a Grecia, a fin de evitar un incumplimiento de pagos de deuda que podría forzar la salida del país de la zona euro de 19 naciones.
Varoufakis, un economista sin pelos en la lengua, ha tenido roces con muchos de sus homólogos y, tras quedarse aislado en la reunión en Riga, volvió con las manos vacías en un momento en que Atenas necesita desesperadamente evitar la bancarrota.
En una reunión el domingo con altos asesores y ministros, incluyendo al viceprimer ministro y al titular de Economía, Tsipras expresó su respaldo a Varoufakis y acordó que el ministro de Finanzas supervisará un nuevo grupo para sostener "conversaciones políticas" con sus acreedores.
Sin embargo, la tarea de coordinar al grupo recaerá en el viceministro de Relaciones Exteriores, Euclid Tsakalotos. El profesor y economista educado en Oxford tendría un papel más activo en las conversaciones con la Unión Europea y con el Fondo Monetario Internacional.
"La reunión del Eurogrupo en Riga mostró que Varoufakis estaba más o menos aislado y al parecer Tsipras ha comprendido eso", dijo Felix Herrmann, estratega de mercado de DZ Bank. "El mercado está un poco aliviado (...) de que su influencia haya disminuido", añadió.
Los rendimientos de los bonos griegos a dos años cayeron 100 puntos básicos a un mínimo diario del 24,87% luego de la noticia, revirtiendo un aumento previo.