Grecia aseguró que recortará su enorme déficit fiscal a menos del límite impuesto por la Unión Europea del 3% del Producto Interno Bruto (PIB) en el 2012, un año antes de lo previsto, cediendo a la presión de los mercados y de sus pares de la zona euro.

Un día antes de que funcionarios de la Unión Europea (UE) y del Banco Central Europeo (BCE) arriben a Atenas para una visita de inspección, el nuevo Gobierno socialista fijó un objetivo fiscal más ambicioso, agradando a los mercados de bonos pero despertando escepticismo entre los analistas.

El primer ministro George Papandreou llamó a sus ministros a moverse más rápido para reducir el déficit y el endeudamiento, una semana antes de que Grecia salga a los mercados internacionales en busca de fondos.

"El primer ministro pidió que el ajuste sea concentrando todos los costos e ingresos de manera anticipada, y que la reducción del déficit se realice en tres años", dijo el ministro de Finanzas, George Papaconstantinou, tras una reunión de gabinete.

"El ajuste fiscal será realizado rápidamente para salir de la supervisión (de la UE), por lo que podremos pasar a una nueva página para el país", agregó.

Se espera que un equipo de funcionarios de la UE y del BCE llegue esta semana a la capital griega a discutir las medidas fiscales en la nación más débil de la zona euro.

El Gobierno se había comprometido en diciembre a recortar el déficit a un 8,7% del PIB en el 2010, desde el 12,7% del año pasado, y se había propuesto llevarlo bajo el límite de la UE en el 2013.

"Grecia debe darse cuenta de la difícil situación en que está y preparar un plan creíble de reducción del déficit, que contenga detalles de cómo planean hacerlo, no sólo promesas vacías", dijo un funcionario de la UE que pidió no ser identificado.