El Parlamento groenlandés ha aprobado una reforma legal que permitirá importar mano de obra barata extranjera para grandes proyectos mineros, lo que abre la puerta al desembarco de grandes multinacionales en este territorio autónomo del reino danés y rico en minerales.
La propuesta contó con el apoyo de todos los partidos a excepción del socialdemócrata Siumut, que se abstuvo, y culminó semanas de intenso debate sobre la que está considerada la ley más importante desde la aprobación de la autonomía en 1979, según informó hoy el diario groenlandés "Sermitsiaq".
Para que la reforma entre en vigor hace falta todavía negociar con Copenhague y que el Parlamento danés apruebe una excepción en sus leyes de extranjería para Groenlandia, una votación que se considera un trámite y que podría celebrarse en febrero, estiman las autoridades groenlandesas.
La reforma establece que para proyectos con una inversión base superior a 5.000 millones de coronas danesas (670 millones de euros) se podrán emplear a trabajadores extranjeros en la fase inicial según los convenios laborales de sus respectivos países.
Aunque el sueldo mínimo deberá equivaler al groenlandés (casi 11 euros la hora), los empleadores podrán descontar de él los gastos de mantención y alojamiento, entre otros, con lo que quedarán sensiblemente reducidos.
El gobierno autonómico, que encabeza el partido independentista de izquierda Inuit Ataqatigiit (IA), defiende la reforma para impedir que las multinacionales descarten a Groenlandia, cuya población no llega a las 60.000 personas, por sus elevados sueldos.
La oposición y varias organizaciones critican los cambios legales porque permitirán importar mano de obra china mal remunerada, dan mucho poder a las multinacionales y por la falta de debate público, pese a que lograron paralizar su aprobación dos semanas e introducir algunas mejoras, como garantizar el derecho de huelga.
El opositor Siumut, el partido que tradicionalmente ha dominado la política groenlandesa, ha avisado de que si gana las elecciones autonómicas de junio próximo, intentará tirar la ley abajo.
Las autoridades groenlandesas tienen sobre la mesa dos solicitudes para proyectos que cumplen estas condiciones: uno de la estadounidense Alcoa, el mayor fabricante de aluminio de EEUU; y otro para una mina de hierro de London Mining, de capital chino.
Pero otras multinacionales han mostrado su intención de impulsar proyectos similares en Groenlandia, que se cree posee además unas enormes reservas de gas y de petróleo en sus aguas, heladas la mayor parte del año por las duras condiciones meteorológicas.
"Estoy muy satisfecho porque hemos aprobado una ley que refuerza la competitividad de Groenlandia sin comprometer las condiciones salariales y de contratación de los trabajadores", señaló el presidente groenlandés, Kuupik Kleist.
Groenlandia, que con la islas Feroe constituyen los territorios autónomos del reino danés, aprobó hace tres años un nuevo estatuto que amplía al máximo sus competencias, dejando solo bajo control danés seis áreas: Constitución, nacionalidad, Tribunal Supremo, defensa y seguridad, política monetaria y política exterior.
El nuevo estatuto garantiza además el derecho a la autodeterminación, que solo será viable si Groenlandia, que depende económicamente de la asignación anual de Copenhague, puede obtener grandes beneficios con los recursos de su subsuelo.