En una carta enviada electrónicamente al Presidente Sebastián Piñera, al timonel del Senado, Jorge Pizarro (DC) y de la Cámara de Diputados, Alejandra Sepúlveda (PRI), además de Carlos Appelgren, embajador de Chile en Bélgica y Luxemburgo, misión de Chile ante la Unión Europea, un grupo de miembros del Parlamento Europeo manifestó su preocupación por "la salud y la vida" de los 34 activistas mapuches encarcelados que se encuentran en huelga de hambre desde el pasado 12 de julio de 2010.

Según consta el documento, "como producto de una larga historia de marginación, exclusión y discriminación, los mapuches viven en una situación de alta conflictividad social. Más aún, se aplica a ellos la llamada Ley Antiterrorista y de Seguridad Interior del Estado, heredada de la época de la dictadura y que les confronta a la vez con procesos ante tribunales civiles y tribunales militares, imponiéndoles dobles penas".

Los parlamentarios de la Unión Europea comprenden la actual huelga de hambre como "un grito desesperado para llamar la atención a una situación intolerable y contraria a las Convenciones Internacionales en materia de derechos humanos".

Por lo tanto -agrega el texto- "compartimos la opinión del Comité de Derechos Humanos de la ONU, según la cual no se pueden juzgar como terroristas a personas que han participado en la protesta social".

En este contexto, valoraron observar que "la iniciativa de algunos congresistas y representantes del actual Gobierno de Chile de iniciar una reforma de la justicia militar y de las leyes antiterroristas en vísperas del Bicentenario".

"Por lo tanto pedimos al Gobierno de Chile que, en este espíritu, se comprometa con todos sus esfuerzos a encontrar una solución inmediata humanitaria a la situación sumamente crítica de los presos políticos mapuches en huelga de hambre, como también una solución satisfactoria y a largo plazo a la situación social, económica, cultural y judicial de los pueblos Mapuche", consigna la misiva.