En diciembre pasado, durante el funeral de Nelson Mandela en Sudáfrica, cuando caía un aguacero, se produjo un saludo inusual. Como si fuera señal de los cambios que se vienen, el Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su contraparte cubana, Raúl Castro, se estrecharon la mano e intercambiaron algunas palabras. Pero el hecho no aceleró los contactos entre La Habana y Cuba.
Precisamente para empujar ese carro, un grupo de 40 reputados ex funcionarios de alto nivel del gobierno estadounidense y destacados empresarios, académicos, militares y analistas, entre los que se cuentan demócratas y republicanos, firmaron una carta donde le piden al gobernante norteamericano que actúe de manera unilateral y ejerza sus poderes ejecutivos para suavizar el embargo de cinco décadas existente contra Cuba con tal de "profundizar" la apertura hacia la isla que inició al comienzo de su mandato.
"Ahora más que nunca, Estados Unidos puede ayudar al pueblo cubano a decidir su propio futuro construyendo sobre las reformas políticas estadounidenses que ya han comenzado", se afirma en la "carta abierta al Presidente Obama", en referencia a la flexibilización de viajes a la isla y liberación de envío de divisas por parte de los cubanoestadounidenses, que el mandatario ordenó en 2009.
Entre los firmantes del mensaje hay tres ex subsecretarios de Estado para el Hemisferio Occidental -Jeff Davidow, Alexander Watson y Arturo Valenzuela-, dos antiguos representantes de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana -incluido Michael Palmry, designado por el republicano George W. Bush- y el ex comandante supremo aliado de la OTAN y comandante del Comando Sur estadounidense (SouthCom) almirante James Stavridis.
Destacan que son conscientes de que "poco" se puede hacer en el lado legislativo debido al "actual ambiente político". Pero, subrayan, que Obama tiene una "oportunidad sin precedentes" de impulsar un "avance significativo" mediante el uso de su autoridad ejecutiva "en momentos en que la opinión pública sobre Cuba se inclina hacia una mayor interacción con el pueblo cubano a la par que se sigue presionando al gobierno cubano en materia de derechos humanos".
Obama podría "ampliar y garantizar" los viajes a Cuba para "todos" los estadounidenses y no sólo para los de origen cubano o para grupos especiales como religiosos o culturales como viene sucediendo hasta ahora, dice la carta. De la misma forma consideran que Obama debería aumentar el apoyo a la sociedad civil cubana permitiendo el envío de divisas ilimitadas también a personas en Cuba que no tengan un lazo familiar con el remitente. Ello permitiría "apoyar la actividad independiente en Cuba".
En el plano político, la misiva -que fue promovida por un grupo de organizaciones en EE.UU. como el Cuba Study Group y el Consejo de las Américas- pide que Obama "priorice la interacción" con las autoridades cubanas en áreas de interés mutuo, manteniendo "serias discusiones" con las autoridades de la isla en cuestiones como la seguridad nacional, migración, narcotráfico o medioambiente.