Más de dos decenas de líderes conservadores de Estados Unidos han firmado una declaración en la que apoyan una reforma de las leyes de inmigración y califican al proyecto de ley que está pendiente en el Senado como un "importante punto de partida".
"Simplemente oponerse a la reforma de inmigración no debería ser la respuesta conservadora a este problema. Creemos que los conservadores deberían ser quienes encabecen el camino en este asunto al dar su respaldo a la ley que contiene principios conservadores", dijeron los funcionarios en la declaración divulgada el jueves.
Entre los firmantes figuran Fred Malek, presidente del American Action Forum (Foro de Acción Estadounidense); Ralph Reed, presidente de la Faith and Freedom Coalition (Coalición de Fe y Libertad); Paul Wolfowitz, académico del American Enterprise Institute (Instituto Estadounidense de la Empresa); Mat Staver, presidente y fundador del Liberty Counsel (Consejo de la Libertad) y Lawson Bader, presidente del Competitive Enterprise Institute (Instituto de la Empresa Competitiva).
La declaración fue coordinada por Al Cárdenas, presidente de la American Conservative Union (Unión Conservadora Estadounidense).
"Los conservadores están dispuestos a dar respaldo a la reforma de inmigración, siempre y cuando conlleve al crecimiento económico, al fortalecimiento de las familias, fomente la asimilación e impida que se produzca otra ola de inmigración ilegal", agregó la declaración.
Muchos de los firmantes de la declaración participaron en una reunión el martes con el senador republicano Marco Rubio, miembro del grupo bipartidista de ocho senadores que elaboró el anteproyecto y quien busca recabar el apoyo de los conservadores.
Rubio solicitó su apoyo asegurándoles en parte que el proyecto de ley podría cambiar conforme fuese debatido. En su declaración, los funcionarios señalan su expectativa de que el anteproyecto no será aprobado tal cual está ahora.
No todos quienes asistieron a la reunión con Rubio firmaron la declaración de respaldo. Varios representantes del movimiento conservador Tea Party estuvieron presentes pero no avalaron la declaración.
Los republicanos están divididos sobre el tema de la inmigración. Muchos de quienes favorecen una reestructuración tienen papeles de liderazgo o tienen vínculos con la comunidad empresarial. Muchos de quienes se oponen están movidos por la ideología o están relacionados con organizaciones de base.
La comisión jurídica del Senado comienza a debatir el jueves las cláusulas del proyecto de ley. La reforma cambiaría drásticamente las leyes de inmigración del país, fortalecería la frontera para frenar el ingreso de más inmigrantes, creará nuevos programas para trabajadores temporales y abriría una vía para que 11 millones de personas que ya residen sin autorización en Estados Unidos puedan iniciar su proceso de nacionalización.