Grupos de palestinos en el este de Jerusalén y en Cisjordania apedrearon hoy a las fuerzas de seguridad israelíes, incendiaron cestos de desperdicios y neumáticos y quemaron una bandera del Estado judío, en un nuevo estallido de violencia ante los planes del gobierno israelí de construir viviendas en Jerusalén Este.

Las fuerzas respondieron con gases lacrimógenos y granadas de aturdimiento, pero no se informó de heridos graves.

Más de una semana de violencia en Jerusalén coincide con el peor desencuentro diplomático en décadas entre Estados Unidos y su principal aliado en Medio Oriente, que estalló cuando Israel anunció planes de construir 1.600 departamentos en el este de la ciudad durante la visita del vicepresidente estadounidense, Joe Biden.

Los planes, que desafían los reclamos palestinos sobre el sector oriental de la urbe, tradicionalmente árabe, también suscitaron la condena de las Naciones Unidas y la Unión Europea.

Los choques más graves se produjeron en la ciudad de Hebrón, en Cisjordania, donde unos 60 manifestantes enfrentaron a los soldados israelíes. Hebrón ha estado en vilo desde el mes pasado cuando el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, designó como sitio de patrimonio nacional un disputado santuario de la ciudad.

Hoy en Moscú, el Cuarteto del Oriente Medio -Estados Unidos, la ONU, la Unión Europea y Rusia- reiteró su condena a la construcción israelí en Jerusalén oriental.

Simultáneamente, el periódico panárabe Al-Hayyat informó que el jefe de inteligencia egipcio Omar Suleiman, se reunió con un asesor del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, Uzi Arad, para advertirle que la conducta israelí podría desencadenar otro enfrentamiento regional. Israel confirmó que Arad estuvo en El Cairo, pero no dio detalles al respecto.