Partió la carrera por la licitación del Terminal 2 del Puerto Valparaíso, luego de que el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) se pronunciara sobre la consulta de la Empresa Portuaria de Valparaíso (EPV), en la que solicitaba permitir a los actuales operadores participar en la nueva licitación, que considera una inversión estimada de US$350 millones.
El tribunal falló en favor de la postura de la firma, pero fijó condiciones: que pueden hacerlo los actuales operadores de puertos de la región y nuevos participantes, quienes tendrán la oportunidad de igualar la oferta de un incumbente, si fuese más competitiva.
Tras la sentencia, el miércoles pasado se realizó la recepción de Proyectos Referenciales de Inversión (PRI) alternativos, es decir, aquellos proyectos propios que presentan los interesados ateniéndose a los lineamientos generales de las bases, como el monto de inversión, por ejemplo. Según fuentes de la industria, en esta instancia se presentaron cinco propuestas, entre ellas las de los grupos Urenda (dueño de Agunsa y CCNI) y Von Appen, operador del terminal 1 de Valparaíso a través de Terminal Pacífico Sur (TPS).
La recepción de ofertas, es decir, aquellos proyectos que se deben adecuar al diseño que presentó EPV en las bases de licitación, se mantiene hasta marzo de 2013, bajo los criterios establecidos por el TDLC.
La cantidad de empresas que ha adquirido bases, hasta ahora, supera la decena, según fuentes del sector.
Valparaíso es el último espacio de aguas abrigada en la zona central de Chile. EPV espera un gran interés por participar. "Hay interesados extranjeros que no operan en Chile y que están estudiando el proceso", afirma Alfonso Mujica, presidente de EPV. La firma intentó en 2011 una licitación, pero no tuvo postores.
Eliminar la prohibición de integración horizontal fue un tema resistido por los grupos Urenda y Matte -que ganó una licitación por el espigón de San Antonio en 2011-, además de las agencias de nave reunidas en Asonave y la Fiscalía Nacional Económica. Todos ellos acusaban que el levantamiento de las restricciones favorecería al grupo Von Appen.
De acuerdo con fuentes del mercado, es probable que el grupo Ultramar se quede con el T.2, dadas las sinergias que se pueden dar al ser operador del terminal 1 de Valparaíso a través de Terminal Pacífico Sur (TPS). Pero hay quienes relativizan esa versión: "El Tribunal emitió un informe que da una clara señal hacia los nuevos entrantes, quienes tienen la posibilidad de igualar la mejor oferta de un operador incumbente como Ultramar, si este u otro operador portuario de la región presentara oferta. El tribunal analizó en detalle las posibles economías de escala y determinó que éstas no eran significativas", advierten fuentes de la industria.
Carlos Allimant, gerente general de Ultramar, del grupo Von Appen, dice que "lo relevante es que el solo hecho de que se nos haya permitido participar aumenta la tensión competitiva de la licitación. Agotaremos las posibilidades para presentar una propuesta competitiva y eficiente".