El portavoz de la Fiscalía General, Ricardo Nájera, aseguró que a los reos de la prisión de Gómez Palacio, en el estado de Durango, "se les permitió salir de prisión para matar, utilizando las armas de los guardias y viajando en vehículos oficiales".
Nájera explicó que los prisioneros actuaban como sicarios para las bandas del narcotráfico.
"Los criminales llevaron a cabo las ejecuciones como parte de un ajuste de cuentas de un grupo rival del crimen organizado, pero también mataron a inocentes de forma cobarde", aseguró el portavoz.
El 18 de julio, cinco vehículos utilitarios deportivos irrumpieron en una fiesta de cumpleaños en la norteña ciudad de Torreón y comenzaron un tiroteo con armas automáticas en el que 17 personas perdieron la vida y otras 18 resultaron heridas.
Las autoridades sospechan que ese mismo grupo de presos llevó a cabo otras dos matanzas en la misma ciudad a principios de este año.
El corresponsal de BBC Mundo en México, Alberto Nájar, informó que la directora de la cárcel, Margarita Rojas, fue detenida por la Policía Federal junto con el jefe de los custodios, el subdirector y el responsable de la seguridad en la prisión.
Todos fueron trasladados a la Procuraduría (fiscalía) General de la República (PGR), en Ciudad de México, donde están siendo interrogados.
LA CLAVE: UN VIDEO EN YOUTUBE
Según Nájar, "Rojas fue detenida después que en el portal de YouTube se difundió un video en el que un presunto policía de Lerdo, una ciudad cercana a Torreón, dijo que los responsables de la masacre eran reos a quienes se les permitía salir de la prisión, incluso con armas y vehículos oficiales".
Nuestro corresponsal indicó que "el video permaneció sólo unas horas en el sitio y el presunto policía fue asesinado".
La salida de presos para cometer asesinatos es considerada una falla importante en el sistema de seguridad del país.
"Es fundamental que las autoridades estatales redoblen esfuerzos y se comprometan a cerrar la puerta a la corrupción", dijo el ministro de Gobernación, Francisco Blake.
Según el gobierno de México, al menos 25.000 personas han muerto en crímenes relacionados con el narcotráfico desde que el presidente Felipe Calderón desplegó al ejército en diciembre de 2006 para luchar contra el crimen organizado.