Lo que comenzó como una discusión en una tienda comercial, rápidamente se transformó en una violenta pelea entre un guardia de seguridad y un cliente. La reyerta captada por la cámara de un celular y difundida el 11 de julio en youtube, terminó cuando el comprador cayó al suelo en medio de convulsiones por un ataque de epilepsia. El escaso entrenamiento del vigilante le impidió manejar la situación correctamente, una realidad que preocupa a las autoridades.

En el gobierno existe inquietud respecto del nivel de preparación y calidad de los trabajadores encargados del resguardo de la seguridad de malls, bancos, condominios, discotecas, etc.

Un estudio de la Universidad Bernardo O'Higgins (UBO), reveló que actualmente existen 125.622 personas que trabajan en la industria de la seguridad privada. De ellos, 114.622 son guardias de seguridad, mientras que los otros 11.600 corresponden a vigilantes privados, quienes están autorizados a portar armas.

Al comparar estas cifras con la cantidad de efectivos de Carabineros (45.000) y de la PDI (11.096), sale a la luz que los funcionarios privados superan la dotación de ambas policías en 124%.

A nivel de la región, Chile es el cuarto país en materia de contratación de servicios de seguridad privada, según un informe de Naciones Unidas para la Paz, el Desarme y el Desarrollo en América Latina y el Caribe.

El estudio, dado a conocer el año pasado, detalla que entre 2005 y 2008 Brasil contaba con 570.000 guardias privados y 687.684 policías. Colombia tenía registrado 190.000 vigilantes y 119.146 policías. El caso argentino dio cuenta de 150.000 empleados privados y 120.000 efectivos. Luego viene Chile.

Industria en expansión

El subsecretario de Prevención del Delito, Cristóbal Lira, recordó que existe un proyecto de ley que aumentará las exigencias y requisitos para la industria de seguridad privada.

En esta línea Lira destacó que "la ley va a ser más exigente con las empresas para que tengan estudios de seguridad. Más riguroso con los requisitos para que una persona trabaje en seguridad y se hará más exigente la capacitación".

A juicio del diputado Felipe Harboe (PPD), las cifras evidencian que "tenemos una industria de seguridad privada que está en expansión y una regulación que está completamente superada por la realidad".

Según el legislador -que participará hoy del seminario de la UBO "La seguridad privada en Chile: rol actual y futuro de la industria de seguridad privada"-, entre 2003 y 2010 la cantidad de guardias de seguridad registró un aumento de 262%.

Sólo en 2010 el Departamento OS-10 de Carabineros cursó 4.894 infracciones a empresas que contrataron guardias que no efectuaron el curso o sin portar credenciales. Según Carabineros, las multas entre 2005 y 2011 superaron los US$ 52 millones.

Para el director de Análisis y Estudios de la Fundación Paz Ciudadana, Patricio Tudela, "hacen falta más horas de formación. Dada la responsabilidad que van a tener estas personas, el tipo de contacto con usuarios, no hay duda de que las horas y contenidos tienen que ser aumentados y mejorados".

A juicio del experto de la UBO Carlos Cuevas, "las deficiencias que pueden existir (con una mala capacitación) es que no se puedan evitar los delitos o se entorpezcan los procedimientos policiales". El análisis académico asegura que existen 1.236 empresas prestadoras de servicio de guardias. Asimismo, hay 260 empresas capacitadoras. Todas están bajo la fiscalización de Carabineros.