Barcelona cayó 3-2 ante Osasuna en la fecha 23 de la Liga española y quedó muy lejos de la lucha por el título, pues se distanció a 7 puntos de Real Madrid, que serán 10 unidades si los de José Mourinho vencen a Levante mañana. En ese contexto, Pep Guardiola enfrentó la conferencia de prensa con resignación, reconociendo que después de la caída en el Reyno de Navarra, el campeonato doméstico se le pudo haber escapado definitivamente al Barça.
"La realidad es que estábamos a una distancia importante y supongo que mañana se incrementará", admitió el ex mediocampista, añadiendo que defender el título conseguido en el certamen local en 2011 será difícil, por lo que más les vale enfocarse en revalidar la corona en la Liga de Campeones. "Nos queda defender el título de la Champions", sostuvo.
Sobre el partido en sí, Guardiola valoró el esfuerzo de sus jugadores, confidenciando que les costó entrar en el partido, pero que nunca se rindieron en busca del empate. "Osasuna ha estado mejor en la primera parte. Nos ha costado entrar en el partido. En el descanso hemos dicho que nunca nos hemos rendido y que hoy no iba a ser una excepción", expresó el adiestrador.
Finalmente, el ex jugador del club no quiso echarle la culpa del mal juego a la cancha, que estaba en malas condiciones tras ser afectada por la nieve en las últimas horas. "Nosotros estuvimos mal en el primer tiempo y mejoramos en el segundo, ambos sobre el mismo campo, así que eso no es excusa", sostuvo, enfatizando también que no criticará al árbitro Paradas Romero tras su controversial fallo en el gol anulado a Alexis Sánchez.
"La derrota no duele ni mas ni menos por un error arbitral. Esas cosas pasan en el fútbol y no diré más", finalizó.