Pablo Guede no quiere dejar ningún detalle al azar para este domingo, cuando Colo Colo enfrente a Antofagasta, en el Monumental. Siente que nada puede quedar en el aire, ya que no hay margen de error ante el acecho de Universidad de Chile.

Por eso, apenas cayeron ayer las primeras gotas de lluvia en Santiago, el técnico albo mandó a cubrir con una carpeta la cancha que albergará el crucial partido. Quiere que el césped esté impecable para sus dirigidos, que pueden ser campeones si vencen a los Pumas y si los azules pierden ante O'Higgins, en el estadio El Teniente de Rancagua.

Sin embargo, el argentino no sólo ha estado preocupado del pronóstico del tiempo o de analizar las fortalezas y debilidades del equipo adiestrado por Fernando Vergara. Estos últimos días también se ha enfocado en mantener la tranquilidad y la concentración de su plantel, de cara al vital compromiso con los nortinos y la inminente obtención de la estrella 32.

Para conseguirlo, el DT cambió las reglas que existían hasta ahora en Pedreros. Si antes había prácticamente total libertad para que los amigos e invitados de los jugadores merodearan el Monumental y los camarines, o ingresaran al estacionamiento exclusivo del primer equipo, ahora ya no.

El número de visitas quedó restringido, por lo que ahora los espacios privados del plantel dentro del Monumental ya no están llenos de invitados, como venía ocurriendo en las últimas semanas. "Efectivamente, estos días han sido de mucha calma, en buena parte gracias a la medida de Guede y sus colaboradores. Era mucha la gente que andaba por acá. Ahora hay más control", aseguran en el club, donde afirman que se respira sólo tranquilidad previo al duelo con Antofagasta.

Como es costumbre, ayer el plantel del Cacique disfrutó de su habitual asado de los días miércoles. "Hubo un gran ambiente, bromas y risas, pero no hay relajo", advierten en Pedreros.

De hecho, los últimos dos partidos del cuadro de la Segunda Región fueron triunfos; el último, 2-4 frente a uno de los candidatos, Deportes Iquique, en Cavancha, el mismo recinto donde los albos perdieron su invicto por 3-2 ante los Dragones Celestes. Por eso, Guede sólo quiere concentración, nada de relajo. Tiene claro que el título está cerca, pero que aún no está amarrado. Además, cualquier tropiezo hará más doloroso el error, porque el beneficiario directo será el archirrival.

Salazar se confiesa

El arquero Alvaro Salazar fue la figura del triunfo ante Everton. Pese a sus buenas actuaciones, se mostró mesurado en cuanto a su titularidad en el futuro. "Decir que le voy a pelear el puesto a Justo cuando vuelva sería una falta de respeto para él, para Paulo (Garcés) y para Omar (Carabalí). Mi fórmula es entrenar bien para responder cuando me toque", sostuvo el meta.

"Desde mi debut en 2012 no he jugado de manera constante. Era importante tener un partido bisagra como el de Everton, donde se viera que estoy para un paso más allá", sentenció.