Palestino despidió a José Quezada, segundo arquero, por orden del técnico Pablo Guede. Otra medida del entrenador que ha enfrentado varios conflictos con jugadores del plantel desde que asumió y que se han agudizado durante este 2015.

El primero, que de algún modo marcó su hoja de ruta en el club, fue precisemanete con uno de los símbolos que tenía el equipo cuando llegó. Después de diez años el arquero Felipe Núñez dejó la institución. Guede le había quitado la titularidad primero, lo que sumado a la mala relación entre ambos terminó con la decisión del portero de partir.

La buena campaña en el Apertura, que le valió una clasificación a la Copa Libertadores, tranquilizó los ánimos y al propio técnico. Pero el 2015, todo fue distinto. Y los conflictos con los jugadores se multiplicaron.

Ejemplos sobran para graficar la personalidad del argentino, al que parece habérselo devorado el personaje. Para la visita ante el Zamora de Venezuela, el DT dejó en Santiago a Leonardo Valencia y César Valenzuela por decisión técnica. Después de la victoria dijo que "ustedes (los periodistas) se hacen las películas que se quieren hacer. Aunque Valencia sea el capitán, si no está rindiendo y otro esté a mejor nivel que él, yo voy a poner al otro".

En otro momento dijo que no tenía problemas con el plantel: "La relación con ellos no es buena, es buenísima".

Y para el compromiso clave frente a Montevideo Wanderers dejó fuera de la citación a Renato Ramos, delantero fijo, hasta ese día, en la formación titular. La razón que se dio públicamente fue de orden técnica, aunque la duda de algún problema entre ambos quedó flotando. Ahora, con la situación del despido de Quezada, Guede vuelve a quedar en el centro de la polémica.