El senador Guido Girardi siempre fue identificado como un díscolo, un rupturista, pero últimamente su discurso y su postura frente a la política es distinta. Desde el triunfo de Bachelet en las primarias, Girardi habla de responsabilidad y compromiso político frente al posible gobierno de Michelle Bachelet.

¿Qué pasó con el Girardi que protestaba frente a las isapres o La Moneda?

Tengo la convicción de que Chile cambió. Si en el siglo XX el tema era la confrontación entre una visión de izquierda y una de derecha, en el siglo XXI la tensión se da entre el poder vertical, el poder de las elites, de los conservadores, y la nueva realidad que emerge desde la ciudadanía, que es más colaborativa, en red, más solidaria. Es otra realidad.

¿Cambió, se recicló?

No, siempre fui un anticipador de los nuevos temas. Soy la expresión de una persona que siempre se alió con el mundo social e impulsó temas como la reforma tributaria, el matrimonio igualitario, los derechos ciudadanos, el aborto terapéutico, la defensa de la educación gratuita, y por lo cual se me acusó de terrorista y díscolo. Siento que la agenda del siglo XXI, que es la que tiene Bachelet es la agenda por la cual nosotros luchamos durante muchos años y por eso, para mí se cierra un ciclo.

¿La visión conservadora fue derrotada con Bachelet?

Para mí el triunfo de Bachelet representa la solución de la disputa conservadores versus progresistas. Su triunfo en las primarias fue un verdadero plebiscito de lo que la gente quiere priorizar y, por lo mismo, fue derrotada la visión contraria a la educación gratuita, aquella que se oponía a terminar con el FUT, con la dictadura valórica, con el aborto terapéutico, etc. Algunos que fueron lugartenientes de esa visión que fue derrotada.

¿Se refiere a Alberto Undurraga?

Legítimamente Undurraga representa esa visión. Por eso, la competencia de Santiago Poniente, es finalmente la continuidad de esa discusión que ya fue derrotada en la primaria. Undurraga era el lugarteniente de Orrego y hacia suya esas propuestas, y yo represento las propuestas de Bachelet. Ahora, mi labor es trabajar para dar gobernabilidad al próximo gobierno y tener mayoría para que estos cambios se concreten.

¿A dónde apunta su propuesta de que los candidatos firmen un compromiso con el programa de Bachelet?

Bachelet representa la urgencia y la necesidad de hacer lo que la ciudadanía nos pidió y que no hicimos en 20 años. Lo que ella ha propuesto obliga a todos los que aparecen en la foto junto a ella en esta campaña o se benefician de su liderazgo a tener una conducta coherente con ello y que el compromiso no se diluya a la hora de concretarlo, y eso requiere un compromiso explícito.

¿Le preocupa que el ex ministro Andrés Velasco apoye a su compañero de lista, Alberto Undurraga, quien incluso asumió el discurso de las malas prácticas, en alusión a usted?

Creo que todos los apoyos son legítimos, pero yo estoy muy contento de los apoyos que tengo, que son la mayoría de las organizaciones ciudadanas con las que he trabajado durante estos últimos años, y que mi campaña la apoyen casi todos los alcaldes del mundo PS-PPD y personalidades como Camilo Ballesteros, Bárbara Figueroa de la CUT, monseñor Infanti, Rolando Jiménez, etc. No digo si son más o menos importantes, pero quienes me apoyan representan justamente lo que es la base de esta nueva concepción de la política, que es de abajo para arriba, y que es la expresión de la Nueva Mayoría.

Pero el discurso de las malas prácticas apunta esencialmente a su persona.

Bueno, creo que ese es un discurso que muchas veces lo que busca es esconder el debate real de contenidos, porque entiendo que para Undurraga debe ser muy difícil acostarse un día cuestionando la gratuidad universal de educación, el FUT, la reforma tributaria, la asamblea constituyente, el aborto terapéutico, el matrimonio igualitario y al otro día tener que levantarse para defender esas ideas.

Yo voy a discutir sobre contenido de ideas, pero creo que aquí nadie tiene el monopolio de las buenas y las malas prácticas, porque Undurraga fue profundamente cuestionado por el Consejo para la Transparencia, porque su gestión en ese tema fue evaluada como una de las peores, pero no quiero hacer de ese tema lo central de la campaña.

Pero él hace referencia a situaciones en las cuales usted estuvo involucrado, como las facturas falsas. En ese ámbito, ¿hasta dónde también usted asume ese tipo de hechos?

Pienso que todos hemos cometido errores, cada uno de los errores que he cometido fue investigado y si de algo sirve la justicia, fui totalmente sobreseído. Las mismas facturas las tuvo Piñera, pero no se habla de eso. Las mismas facturas las tuvo Lily Pérez, pero no se habla de eso. Y por eso digo, yo no quiero hacer de eso el tema central de la conversación de campaña.

¿Por qué votar por Girardi y no por Undurraga?

Porque creo que el proyecto que representa Bachelet, las ideas que ella está impulsando, son las ideas por las cuales nosotros nos jugamos desde siempre y porque hemos estado al lado de los movimientos sociales. Pero mi confrontación no es con Undurraga, quizá él quiera hacerla conmigo, pero la pelea es con la derecha y para enfrentarla y confrontarle electoralmente, creo tener más ventajas y, sobre todo, porque represento mejor el proyecto de Bachelet.